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Pandemia, colapso económico y represión: fórmula perfecta para estampida migratoria de cubanos, alertan expertos


Diecisiete migrantes cubanos se sientan a bordo de un barco rústico aproximadamente a 54 millas al sur de Key West, Florida, el 18 de marzo de 2021. La tripulación del guardacostas Charles Sexton interceptó el barco rústico y repatrió a los 17 inmigrantes
Diecisiete migrantes cubanos se sientan a bordo de un barco rústico aproximadamente a 54 millas al sur de Key West, Florida, el 18 de marzo de 2021. La tripulación del guardacostas Charles Sexton interceptó el barco rústico y repatrió a los 17 inmigrantes

Los avisos, consejos de autoridades, de activistas y de los propios protagonistas no convencen. Los cubanos siguen saliendo de la isla a como dé lugar y en las últimas semanas se ha disparado la alarma por el arribo de caribeños a las costas del sur de EEUU y por consiguiente, las repatriaciones a cargo de la Guardia Costera de EEUU.

No pocos pronosticaron un verano más activo en cuanto a las salidas de balseros en embarcaciones frágiles o de fabricación casera que buscan vencer 160 kilómetros aproximadamente que separan a las dos orillas.

El abogado especialista en asuntos migratorios, Willy Allen, reconoce que la situación del país en medio de una pandemia conlleva a un aumento desesperado de las salidas por mar, pero recuerda que tocar tierra americana no significa llegar a EEUU.

Los pocos que tocan tierra tienen cero posibilidad de regularizar su estatus migratorio porque no cumplen los requisitos para optar por la Ley de Ajuste Cubano porque su ingreso no se considera una entrada legal al país”, explicó Allen.

En esos casos, la única posibilidad es solicitar asilo político, un trámite difícil y caro que con los oficios de abogados puede costar entre 3 mil y 6 mil dólares. Muy pocos según los entendidos, presentan razones fundadas para demostrar ante la justicia que fueron o serán perseguidos o represaliados si son devueltos a Cuba.

“Si son detenidos, son liberados bajo fianza por una cantidad que determinan los jueces de inmigración.Y los que tienen que pelear el asilo en detención, la posibilidad de perder es grande. Yo te diría, que 7 de cada 10 cubanos van a perder el juicio de asilo”, aseguró el letrado.

El parole es la entrada exprés al país, un permiso de estancia que en el caso de los cubanos les otorga derecho a solicitar la residencia permanente al año y un día de presencia en el país por Ley de Ajuste. Pero los balseros en su mayoría carecen de ese beneficio que murió con pies secos/pies mojados, la normativa cancelada por el presidente Barack Obama en 2017.

Así la vida se hace muy difícil y el sueño se torna pesadilla, según la abogada especialista en asuntos migratorios, Grisel Ybarra: “Sin parole no hay permiso de trabajo, no puedes sacar la licencia de conducir, no hay Ley de Ajuste, no hay nada, eres un ilegal más”.

Ybarra comentó que muchos cubanos falsean los argumentos a la hora de solicitar asilo político, una falta grave y penada en EEUU.

“Algunos llegan con citaciones del Comité de Defensa, con cartas de supuestos testigos de la cuadra que aseguran que el encartado escribió consignas antigubernamentales o que atestiguan que fueron víctimas de golpizas. No son creíbles y muy difícil de defender porque jueces y fiscales en Miami conocen la realidad cubana”, advirtió Ibarra, que dijo conocer casos aspirantes al asilo que falsificaron documentos de evidencia durante su estancia en México.

“El asilo se otorga a personas que demuestren haber sido perseguidas por motivos de religión, opinión política, raza, nacionalidad, o membresía de un grupo social en particular. Hay que demostrar que no pueden regresar al país de origen debido a que son objeto de persecución. Entonces, ¿cómo es posible que cubanos que han recibido miedo creíble y hasta asilo político, estén viajando a Cuba?”, se preguntó.

Pandemia, escasez, colapso económico y represión

La pandemia, la escasez de alimentos y medicamentos, el cierre parcial de las fronteras de la isla, junto al colapso de la industria turística, entre otras razones, ha deteriorado la vida del cubano y en opinión del catedrático de la Universidad de la Florida, (FIU) Jorge Duany, son factores que inciden en la salida ilegal.

“La agudización de la recesión económica estimada oficialmente como una reducción de 11% en el 2020, reflejada en una caída drástica en el nivel de importaciones y expresada cotidianamente en la escasez crónica de comida, gasolina y otras necesidades básicas para la mayoría de los ciudadanos cubanos”, son algunos de los factores comentados por el director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de FIU.

Por otro lado, se refirió a lo que considera el recrudecimiento del embargo de EEUU bajo la administración del presidente Donald Trump, “sanciones que no se han revertido bajo el gobierno de Joe Biden”, particularmente la prohibición de remesas mediante la agencia estadounidense Western Union que tramitaba los envíos en coordinación con entidades estatales, (sancionadas por pertenecer al aparato militar del régimen), así como la suspensión de los vuelos comerciales y fletados hacia Cuba, excepto a La Habana.

“Debo mencionar además la falta de acceso de los cubanos en la Isla a las visas estadounidenses de salida definitiva y de visitantes desde el cierre de la sección consular de la Embajada de EEUU en La Habana en septiembre de 2017 tras los misteriosos "ataques sónicos" que afectaron la salud de dos docenas de diplomáticos”, opinó el profesor.

Otro factor que destacó el académico es “la creciente intolerancia del gobierno cubano contra miembros de la oposición, particularmente el Movimiento San Isidro, que ha ganado renombre internacional como un grupo de artistas y activistas cubanos que han protestado contra la censura y el hostigamiento de voces disidentes”.

Los guardacostas mantienen ojos bien abiertos

El Séptimo Distrito, el sur de la Florida, de la Guardia Costera mantiene como primera prioridad la seguridad en el mar mientras alerta a los cubanos sobre el peligro de travesías en embarcaciones precarias y mal equipadas.

Consultado por Radio/Televisión Martí, el portavoz de los guardacostas, Hensel Pinto, declinó precisar si el ente ha reforzado sus equipos y elementos en el Caribe y Estrecho de Florida, pero reiteró que mantiene su política de tolerancia cero con la inmigración irregular.

“Debido a la seguridad operativa, no puedo hablar sobre el número de activos que patrullan el Estrecho de Florida. Sin embargo, la Guardia Costera patrulla activamente ese territorio por mar y aire. Trabajamos con agencias aliadas federales, estatales, locales e internacionales en todo el Caribe para hacer cumplir las leyes de navegación”, dijo el funcionario

Por otra parte, la institución gubernamental no ha dejado de recordar que la política a seguir sigue siendo interceptar y detener todo intento de ingreso ilegal al territorio de EEUU por una vía frecuentada desde los primeros años de la década de 1960 y que persiste actualmente.

“Las aguas del Estrecho de Florida pueden ser peligrosas e impredecibles, hacerse a la mar en embarcaciones no aptas para navegar sin equipo de seguridad puede ser mortal. Las personas rescatadas al intentar ingresar ilegalmente a los EE UU a través de rutas marítimas pueden esperar ser repatriadas. No vale la pena”, declaró el portavoz.

Más de 500 cubanos han sido devueltos a la isla desde octubre de 2020, aún lejos de la máxima oficial de más de 5.000 balseros repatriados por la Guardia Costera en 2014 tras el intento de acercamiento a Cuba emprendido por el gobierno del presidente Barack Obama.

En una declaración emitida el pasado mes de marzo, el régimen de La Habana mencionaba "entre los factores que constituyen incentivos a la migración irregular la suspensión del procesamiento y otorgamiento de visas (...) en el consulado de Estados Unidos en La Habana y el traslado de estos trámites hacia terceros países", y acusó a EEUU de incumplir su compromiso de garantizar la migración de un mínimo de 20.000 cubanos por año.

Andy Gómez, ex director del Centro de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami, consideró que es inquietante que en plena temporada de huracanes y sabiendo de que no existe pies secos/pies mojados los cubanos se lancen al mar.

“La economía en Cuba no mejora y el gobierno no encuentra forma para reestructurar el sistema culpando al embargo, eso ya el pueblo cubano no lo cree. Lo que queda es jugarte la vida (en el mar). Desafortunadamente, la mayoría son devueltos. Y no existe una razón política para reactivar pies secos/pies mojados”, aseguró.

Deseos, ansias y posibilidades

Desde La Habana, la directora del diario digital 14ymedio, Yoani Sánchez, manifestó a Radio/ Televisión Martí que en los últimos días ha surgido preocupación ante el posible advenimiento de una nueva crisis migratoria,“una escapada multitudinaria desde esta isla” y focalizó su análisis en los deseos, las ansias y las posibilidades del cubano.

“En el punto de los deseos está claro que estamos bordeando el máximo porque la crisis económica, el desgaste pandémico, la falta de expectativa, el cansancio después de décadas de sueños postergados y promesas incumplidas, yo creo que ha llegado a un punto que es muy difícil encontrar a jóvenes o personas de mediana edad que no pongan todas sus esperanzas en salir de la isla”, comentó la destacada bloguera y periodista cubana.

La ganadora en 2008 del prestigioso Premio Ortega y Gasset de Periodismo, comentó además que si hubiera un termómetro migratorio para medir los deseos de irse del país de nacimiento para intentar hallar frutos en otro lugar, ese termómetro marcaría el máximo actualmente en Cuba, pero remarcó que el problema radica en las posibilidades de la escapada.

“Estamos en una situación que buena parte de los vuelos comerciales están cortados, terminó pies secos/pies mojados y al mismo tiempo el patrullaje de los mares alrededor del archipiélago cubano se ha intensificado. Por tanto, estamos en una contradicción entre deseos y posibilidades, pero hay una gran creatividad a fin de encontrar las pequeñas grietas para escapar”, advirtió.

En abril último ya la colega había alertado sobre el tema en su columna titulada "¿Congreso o funeral? En Cuba, nunca se sabe", publicada en 14ymedio.

"Toda la nación parece como una vasta extensión de pasto seco bajo el inclemente sol de la miseria y de la represión que puede prenderse con una pequeña chispa o desembocar en otra de las tantas crisis migratorias que cíclicamente hemos vivido los cubanos", describió entonces la también merecedora del Premio María Moors Cabot, el más antiguo reconocimiento internacional en el periodismo.

Otra válvula de escape en más de 6 décadas

Crear una válvula de escape en medio del estado de precariedad y una vida cada vez más difícil o de inestabilidad política, válvula que se traduce en una crisis migratoria, particularmente por mar, así lo define Raúl Martínez, ex alcalde de la ciudad de Hialeah.

“Lo hemos visto desde Camarioca, el Mariel, los balseros en 1994. Recordemos que los primeros balseros fueron funcionarios y militares allegados al presidente Fulgencio Batista, en 1959”, recordó el militante del Partido Demócrata, que consideró contraproducente que los cubanos tengan que viajar a Guyana, ahora con visado,para una entrevista consular.

“Yo creo que una de las maneras de aliviar la situación de esos cubanos desesperados, es reabrir los servicios consulares en la embajada de EEUU en Cuba siempre y cuando La Habana garantice la salud y la protección de los diplomáticos y comenzar a procesar a los solicitantes de visas por reunificación familiar”, dijo el exalcalde.

“Se han creado una serie de problemas que hacen sentir al cubano desesperado y los obligan a lanzarse al mar. Y al final los que llegan son devueltos y los que burlan a las autoridades, son condenados a vivir en el anonimato porque no puede regularizar su estatus migratorio”.

Martínez reconoce que ha sido blanco de críticas cuando ha planteado que el régimen se ha comportado de manera arrogante al rechazar ayuda internacional para paliar los efectos de la pandemia.

“No quisieron ayuda, se negaron a recibir vacunales que organizaciones internacionales han distribuido en países sin recursos y se empeñaron en desarrollar un producto propio de dudosa efectividad. En fin, que vamos a seguir viendo a balseros llegando o repatriados y sabrá Dios los que están muriendo, esa cifra jamás se sabrá”, comentó.

A principio de junio último, una embarcación rústica que había zarpado desde Mariel el 23 de mayo, naufragó cerca de Cayo Hueso cuatro días después. El siniestro dejó dos muertos y 10 desaparecidos.

Los congresistas del Parido Republicano y de ascendencia cubana Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, presentaron un proyecto de ley bipartidista para procesar las visas del Programa de Reunificación Familiar Cubano en la base naval de Guantánamo.

En una nota divulgada por la televisión estatal, el régimen respondió que “una propuesta de este tipo es totalmente inaceptable para las autoridades cubanas. No sucederá porque el territorio ocupado ilegalmente en Guantánamo no es lugar para tratar cuestiones migratorias”.

De lograr la mayoría en la Cámara y el Senado, el anteproyecto convertiría en ley el Programa de Reunificación Familiar Cubano.

En un mensaje enviado desde La Habana en abril, el capitán de corbeta Mario Gil, enlace de la Guardia Costera estadounidense en la embajada de Washington en Cuba, dijo:

"El gobierno de EEUU les recuerda que lanzarse al mar en estas embarcaciones no adecuadas, es ilegal y sumamente peligroso. Protejan a sus seres queridos, eviten la migración ilegal".

Al margen del incremento de balseros, Yoani Sánchez dijo que, con 12 vuelos semanales hacia Rusia, conoce a muchos cubanos que ya están rematando sus propiedades para lograr alcanzar uno de esos vuelos y usar al país euroasiático como trampolín.

“Sí, pienso que estamos ante una posible bomba migratoria porque más allá de las reales posibilidades de alcanzar el sueño de la migración, lo que hay es un gran deseo de escapar”, apostilló la filóloga y autora del blog Generación Y.

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    Ricardo Quintana

    Ricardo Quintana trabaja desde 1998 para la Oficina de Transmisiones a Cuba. Su trabajo como reportero le ha merecido numerosas nominaciones a los prestigiosos premios Emmy de televisión regional. En la edición del 2023 recibió tres estatuillas y una en el 2017. En 2018 la Agencia de Información Global de EEUU (USAGM) le concedió el Premio Burke a la excelencia periodística, la máxima distinción conferida por el conglomerado de medios.

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