El papa Francisco y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, firmaron este viernes una declaración conjunta sobre unidad religiosa como colofón a su histórica reunión en La Habana.
La declaración hace un llamado para la paz en Siria, Irak y Ucrania, y exhorta a Europa a mantener sus "raíces cristianas".
"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas", señala el documento.
Al mismo tiempo, es necesario –agrega el texto– que "la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas".
"Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza", dice la declaración.
"Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos".
"Cuba será la capital de la unidad"
En la declaración conjunta, los líderes religiosos hacen una mención especial a Cuba como lugar ideal para este encuentro.
"Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes".
Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes".
Nos alegra el hecho de que hoy en día aquí la fe cristiana evoluciona dinámicamente. El potencial religioso de gran alcance en América Latina, sus tradiciones cristianas multiseculares, manifestadas en la experiencia personal de millones de personas, son clave para un gran futuro de esta región.
Tras la firma de la declaración, el papa Francisco agradeció a Cuba y a Raúl Castro por haber servido de sede para la histórica reunión que sostuvo con el Patriarca ruso.
"Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad", dijo Francisco en unas breves palabras improvisadas tras dos horas de conversaciones con el patriarca Kirill.
Antes de tomar un vuelo hacia México, el papa Francisco dijo sobre la reunión: "Hablamos de nuestras iglesias, coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente sin medias palabras".
El papa Francisco y el patriarca Kirll sostuvieron en Cuba la primera reunión de un jefe de la Iglesia Católica con su homólogo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, un hecho histórico luego del cisma ocurrido en el cristianismo hace 10 siglos, pero que puede tener más que ver con una Rusia tratando de afirmarse políticamente que con cualquier avance religioso.
Francisco y Kirill se abrazaron y besaron tres veces en la mejilla.
"Finalmente nos encontramos. Somos hermanos", dijo Francisco al encontrar al Patriarca ruso.
"Está claro que este encuentro es la voluntad de Dios", afirmó Francisco entre sus primeras palabras tras el intercambio de saludos, según lo poco que se escuchó en una transmisión en vivo de la TV cubana poco antes de comenzar la reunión.
"Ahora las cosas serán más fáciles", respondió Kirill al Papa, a través de un intérprete.
Vestidos con sus galas oficiales, ambos líderes religiosos se mostraron sonrientes y afables antes de que la reunión se cerrara para los periodistas.
Francisco mantuvo un encuentro con el patriarca Kirill durante una breve escala en el aeropuerto José Martí de La Habana, donde aterrizó esta tarde antes de arribar a México.
Francisco calificó como "un regalo de Dios" el encuentro que mantendría hoy con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en La Habana.
"Hoy es un día de gracia. Es un regalo de Dios este encuentro con el Patriarca Kirill. Recen por nosotros", publicó el pontífice en su perfil oficial de la red social Twitter.
Simbólico intercambio de regalos
Francisco y Kirill intercambiaron regalos durante su encuentro que son profundamente simbólicos y evocan la historia de las relaciones, en ocasiones turbulentas, entre Este y Oeste.
Francisco le obsequió a Kirill un relicario con una reliquia de San Cirilo, el arzobispo del siglo V de Alejandría que es honrado tanto por la Iglesia Católica como por la Ortodoxa. También le obsequió un cáliz.
Por su parte, Kirill le ofreció a Francisco una réplica de la Virgen de Kazán.
En 2004, el Vaticano había regresado una copia del siglo XVIII de la famosa imagen al predecesor de Kirill, Alexy II, con el fin de mejorar las relaciones ecuménicas.
La tradicional imagen bizantina, con colores oro y madera, representa a la Virgen y al Niño Jesús. La obra original del siglo XVI era adorada por los creyentes rusos por su supuesto poder para realizar milagros, incluida la expulsión de los invasores polacos en el siglo XVII.
San Juan Pablo II tenía una imagen colgada en su capilla privada después de recibirla de un grupo católico en 1993. Tenía la esperanza de que al devolver él mismo un icono tan venerado forjaría mejores lazos con la Iglesia rusa.
Aunque acogió la devolución, Alexy II dijo que como era sólo una copia de la imagen original del siglo XVI, no era necesario que el Papa la llevara personalmente a Moscú, lo que acabó con la esperanza de una reunión.
Aunque la reunión de La Habana ha sido considerada en algunos círculos católicos como un importante avance ecuménico, Francisco también ha sido objeto de críticas por permitir, en lo esencial, ser utilizado por un Kremlin deseoso de ganar terreno político entre los cristianos ortodoxos y en la escena mundial en momentos en que Rusia está cada vez más aislada de Occidente.
Cuba tiene una ubicación única e ideal para la reunión: lejos de las batallas territoriales entre católicos y ortodoxos en Europa, además de que es un país familiar para el primer Papa de origen latinoamericano, pero igualmente familiar con la iglesia rusa, dados sus antecedentes antiestadounidenses y su legado soviético.
"Cuba es, de hecho, un lugar profundamente espiritual en términos de prácticas afrocubanas no es, ni nunca ha sido un lugar muy religioso en el sentido católico formal", explicó a AP el analista y experto en Cuba del Baruch College de Nueva York, Ted Henken. "Creo que este hecho junto con su conexión única geopolítica de Rusia se ha convertido en un 'terreno neutral' ideal y de confianza para dicha reunión".
El Vaticano espera que el encuentro mejore las relaciones con otras iglesias ortodoxas y estimule los avances en el diálogo sobre las diferencias teológicas que han dividido al cristianismo del Oriente y el Occidente desde el Gran Cisma de 1054.
Sin embargo, los observadores ortodoxos creen que la disposición de Kirill de reunirse finalmente con un Papa tiene menos que ver con cualquier deseo nuevo de acercamiento ecuménico y más con un deseo de la Iglesia Ortodoxa por mejorar su imagen en un momento en que Rusia está cada vez más bajo el fuego de Occidente por sus acciones militares en Siria y Ucrania.
[Esta nota fue complementada con información de agencias]