El equipo de Cuba cayó ante la ofensiva venezolana con marcador de 6 carreras contra cinco, en un partido en que la escuadra cubana nunca estuvo arriba en el marcardor.
Antes, durante y después del encuentro, los reclamos de libertad para Luis Manuel Otero Alcántara y demás presos políticos en Cuba y Venezuela y gritos constantes de Patria y Vida, fueron los temas alrededor del partido entre las novenas de esos dos países que buscan su boleto para los Juegos Olímpicos de Japón este verano.
la liberación de Luis Manuel Alcántara sorprendió a los exiliados asistentes al evento ...
Los aficionados ante la interrogante de quien ganaría el partido decían que triunfaba el mejor equipo, en ese primer partido del preolímpico. Lo que unía a cubanos y venezolanos era el reclamo por denunciar la situación en esos dos países. Aunque el juego se inició a la una de la tarde, desde ya las 11 de la mañana se reunían exiliados de los dos países para expresar sus puntos de vista sobre los dos regímenes de la región.
Patria y Vida estaba por doquier, en carteles, en camisetas, en las banderas, en los sombreros, y el canto se entonaba sin cesar, de grupo en grupo, de zona en zona. Improvisados carteles caseros en alusión al fin del comunismo, la libertad de los detenidos políticos y la consigna de Patria y Vida en la frente, en los brazos o en los cachetes.
Destacaba la presencia de miles de jóvenes cubanos entre los asistentes, que más allá del amor por el deporte, concurrieron con la intención de denunciar la situación imperante en Cuba, la represión con al Movimiento San Isidro, la liberación de los detenidos de los últimos meses, por los activistas, los artistas, los periodistas que han sido detenidos, acosados, golpeados.
Por decisión del comité organizador se vendieron solamente 2,100 entradas en un estadio, el Ball Park de Palm Beaches, que tiene capacidad para 7,500 aficionados, dijo a Radio Televisión Martí una de las representantes de la instalación asignada a la prensa. El estadio es la sede para el entrenamiento de primavera de los equipos Astros de Houston y Nacionales de Washington DC, y fue inaugurado en el 2017.
Tras iniciarse el partido con las notas de los himnos nacionales de Estados Unidos, Cuba y Venezuela y el lanzamiento de la primera bola por el ex integrante del equipo Cuba y campeón en las Grandes Ligas, Liván Hernández, afuera del estadio quedaban miles de personas ansiosas de estar sentados en las gradas y expresar sus puntos de vista, lo mismo político que deportivo. Los que pudieron entrar al estadio, aprovecharon la ocasión para gritar Patria y Vida o Que se queden.
Aficionados sentados detrás del plato se levantaban para mostrar diferentes carteles contra el régimen de La Habana y fotos de Luis Manuel Otero Alcántara. Las imágenes con las consignas eran trasmitidas por las estaciones de televisión ESPN Plus, en EEUU, y en Cuba por el canal Telerebelde. La joven exiliada Kiele Alessandra Cabrera se lanzó al terreno a mediados del encuentro, con una tela blanca, donde se leía “Free Cuba” (Cuba Libre) y manos esposadas; por minutos se detuvo el partido.
Afuera del estadio además de Patria y Vida se comenzaron a escuchar gritos de “we want tickets” (Queremos boletos). Adentro, entre canto y grito, no faltaba el “Diaz-Canel Sin…o”, una especie de consigna de guerra, que se ha vuelto popular en las calles de Cuba en los últimos meses, y ahora se oía en los predios del estadio resonando por doquier, inclusive hasta en el terreno donde cubanos y venezolanos jugaban.
La noticia de la liberación de Luis Manuel Alcántara sorprendió a los exiliados asistentes al evento, quienes rompieron en vítores al artista cubano, gritos de Libertad y entonaron las notas del himno nacional cubano.