Un informe del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos reitera que Paul Manafort, quien fuera jefe de campaña de Donald Trump en 2016, viajó a Cuba en 2017 cuando ya no tenía vínculos con el presidente y para reunirse presuntamente con un hijo de Castro sin que se especifique con cuál de ellos.
La presencia del personaje en Cuba es algo que publicó Radio y TV Martí en su momento -en noviembre 2017-, dando a conocer que este viaje a la isla salió a relucir en un escrito de la Fiscalía federal que cita las diferentes escapadas de Manafort al extranjero, con lo que se pretendía demostrar que el acusado era un viajero frecuente y que podría darse a la fuga con objeto de escapar de los cargos de los que le acusaba el fiscal especial, Robert Mueller, y solicitar así que se le mantuviese en prisión domiciliaria.
El tema de la visita de Manafort a Cuba sale a relucir nuevamente debido a un informe sobre la supuesta interferencia de Rusia en la campaña presidencial de 2016. En el informe, en un pie de nota, se aclara que en una de las declaraciones que diera al FBI afirmó que estuvo en La Habana para reunirse con "uno de los hijos de Castro". Y una insistencia ante la asistente del nombrado Asesor de Seguridad Nacional General Flynn, para reunirse con este antes de que tomara posesión.
Los documentos revelan que Manafort tenía tres pasaportes y había presentado solicitudes para 10 más en los últimos años. También, que con esos pasaportes logró viajar en 2016 a Dubái, Cancún, Ciudad de Panamá, La Habana, Madrid, Shanghái, Tokio y las islas Caimán.
Manafort viajó varias veces a Chipre donde escondía muchas de sus cuentas bancarias en el extranjero. En marzo de este año, el propio Manafort registró un número de teléfono y una cuenta de correo electrónico bajo un alias y los usó para viajar a Ecuador el 9 de mayo, a China el 23 de mayo y a México en junio de este año, según figura en el escrito de la Fiscalía.
Manafort habría blanqueado hasta 18 millones de dólares para comprar lujosas propiedades en Nueva York, Virginia y Florida.
El presidente Trump señaló en 2017 en una entrevista telefónica publicada por el New York Times que en la acusación no se le menciona. “No tiene nada que ver con nosotros”, dijo.
Manafort se sumó a la campaña en marzo de 2016 y la dirigió entre mayo y agosto, cuando tuvo que dimitir tras descubrirse que había recibido 12.7 millones de dólares por asesorar al mandatario ucraniano Viktor Yanukovich, vinculado al Kremlin y depuesto por las protestas populares en el Euromaidan del 2014.
El 30 de octubre de 2017, Manafort se puso a disposición del FBI después de que se conociera la noticia de que un gran jurado federal lo había acusado a él y a su socio comercial Rick Gates. Los cargos surgen de su trabajo de consultoría para el gobierno prorruso de Yanukóvich en Ucrania y fue condenado a cuatro del cárcel en marzo de 2029.
