Después que fuera rechazada por la Asamblea Nacional, la propuesta de una ley contra la violencia de género en Cuba será remitida al Parlamento Europeo en febrero, anunciaron en La Habana activistas de la sociedad civil.
La intención, según dijo Marthadela Tamayo a la reportera de Radio Martí Ariane González, “es que se exija al gobierno cubano la eliminación de todas las formas de violencia existentes contra las mujeres y contra las niñas, en un país donde el Código Penal no reconoce una ley específica que defienda a las mujeres” en ese sentido.
Desde la semana pasada, Tamayo y otras 19 activistas suscribieron e hicieron pública una Agenda Para la Igualdad de Género 2020, cuya introducción dice: “El cronograma legislativo del gobierno cubano presentará 107 normas jurídicas. No se prevé ninguna sobre violencia de género”.
El documento plantea cuatro prioridades para la mujer cubana: aumentar su participación en el mercado laboral; independencia económica; reducir la brecha y la desigualdad salariales y, por consiguiente, luchar contra la pobreza entre las mujeres; promover la igualdad entre hombre y mujeres en la toma de decisiones, y luchar contra la violencia de género y proteger y apoyar a las víctimas.
Las firmantes celebran que en las elecciones generales de 2018 fueron elegidos en voto directo y secreto 605 diputados, y que entre ellos hay 322 mujeres, lo que representa más del 53 por ciento. Pero...
“En todos estos casos, se obvia, por supuesto, la subordinación debida al partido comunista como órgano supremo de poder, por lo que no existe agenda independiente ni estrictamente de género fuera de los intereses del partido, perdiéndose entonces la naturaleza de las mismas”.
Hacen notar también que los programas de las organizaciones femeninas oficialistas decretan la discriminación.
“La Federación de Mujeres Cubanas tiene contemplado en sus estatutos de constitución exclusivamente la defensa de las mujeres obreras y revolucionarias, lo cual deja fuera la preocupación por todas aquellas que no forman parte de este colectivo y cuyas iniciativas son no solo desestimadas, sino que están siendo perseguidas por autoridades gubernamentales con represión, aislamiento, falsas denuncias, regulaciones”, indica el documento.
Llama a su vez la atención sobre el hecho de que, en medio de la crisis económica que atraviesa el país, las mujeres cubanas viven en hogares donde el sustento cotidiano es ya de por si un desafío, sobre todo cuando se trata de mujeres del campo que se establecen en las ciudades.
“Son mujeres empobrecidas, criando familias en viviendas con malas condiciones constructivas, desempleadas, y que subsisten bajo explotación sexual”, dicen. “Incide notablemente en las condiciones de vida de las cubanas la emigración del campo a la ciudad, lo que representa la actualización de domicilio y la tramitación pertinente, con un costo que las mujeres tienen dificultad de pagar, y con la desventaja de no poder acceder a ninguna fuente laboral porque son denunciadas y deportadas a sus provincias”.
A Elena Larrinaga, otra de las firmantes de Agenda Para la Igualdad de Género 2020, le parece que el Parlamento Europeo es un foro apropiado para dar a conocer estas demandas.
“El tema de la violencia de género trasciende la política: es un tema de derechos humanos”, le dijo Larrinaga a la reportera de Radio Martí. “El Parlamento Europeo es una buena plataforma para presentar esta agenda, porque los poderes públicos en Europa son muy conscientes de este problema e impulsan a sus parlamentarios a que tengan que incluir estas políticas en sus agendas, y que sean de debido cumplimiento”.
Pretenden darle a conocer al mundo que el gobierno cubano no quiere saber nada sobre estas demandas, declara Larrinaga; que no existe transparencia sobre cuál es la situación real de la mujer en Cuba, e involucrar a altas personalidades del mundo occidental implicadas en este activismo.
(Incluye reporte de Ariane González para Radio Martí)