Los videoclips de "onda retro" ambientados en Cuba ahora pueden tocarse con las manos. Esos ambientes ya no son privilegio de unos pocos norteamericanos que han logrado pisar la isla a través de larguísimos años de la "revolución". Desde hace algunos años, y ahora con más frecuencia, se organizan viajes especializados en cultura popular o de interés educativo, religioso, social bajo el paraguas de esa modalidad turística conocida como "People to People" (programas pueblo a pueblo).
Este website, por ejemplo, anuncia viajes totalmente legales con salida desde Miami. La fundación Grand Circle, establecida en 1992 y con sede en Boston, dice apoyar a todas las comunidades del mundo. Hasta la fecha, según se lee en su presentación, ha apoyado unas 300 iniciativas humanitarias, culturales y educativas, incluyendo 100 escuelas, en 50 países. Trabaja con una agencia de viajes, Overseas Adventure Travel, especializada en turismo no masivo, un turismo ecológico y lo menos corrosivo posible. Debido a su perfil, Gran Circle se ha planteado un segundo paquete de viaje a Cuba. Por el precio de $4.995 hace un "barrido" por zonas de interés histórico desde Camagüey a La Habana, con una parada estratégica en la playa de Varadero.
Grand Circle organizó su primer paquete turístico a la isla en el 2011. Se llamó Cuba: un puente entre culturas y exploraba La Habana, Trinidad y Cienfuegos. Ahora, con Cuba Revealed: Cultural Pathways from Camaguey to Havana (Revelando Cuba: caminos culturales de Camagüey a La Habana), programado para 2016, la Fundación Grand Circle se propone un viaje de 13 días para grupos reducidos, con un precio no muy económico.
Lo vende a través de su website con un lenguaje nostálgico que habla de "La Habana, una ciudad vibrante, con un pasado revolucionario y un futuro brillante". También dice que los viajeros pueden "sumergirse en la cultura cubana durante visitas a escuelas, hogares, granjas y talleres de artistas; cenas en los paladares de gestión familiar y casas particulares".
Se anuncia que la transportación dentro de la isla se realizará "a bordo de un autobús privado con aire acondicionado". Lo cierto es que es difícil que algún cubano posea un autobús privado en condiciones óptimas y lo más probable es que se trate de las cooperativas de ómnibus operadas por particulares en usufructo, siendo el parque propiedad del Estado.
Informa esta Fundación que "más de 5.400 estadounidenses han viajado a Cuba con nosotros desde que presentamos nuestro primer People-to-People Program en noviembre de 2011". Y aseguran: "Estamos muy entusiasmados con nuestro nuevo itinerario".
Mientras, cruceros como Fathom, de Carnival Corporation planean iniciar sus viajes también en 2016, y ya tienen diseñado el itinerario: Miami-La Habana-Cienfuegos-Santiago de Cuba-Miami. Lo más difícil para ellos será que el Gobierno cubano finalmente dé el visto bueno.
El régimen de La Habana dice que no cuenta con infraestructuras para estos buques. Generalmente, las compañías de cruceros por el Caribe construyen sus propios embarcaderos para que no haya inconvenientes. Faltaría ver si ofrecen construirlos en Cuba, y si el régimen comunista acepta. El turismo de crucero no suele dejar dividendos a los hoteles y en Cuba hay muchas habitaciones vacías.
Jets privados, puros y cursos educativos
Hace apenas unos meses, el fotógrafo y explorador estadounidense Jock McDonald y el artista Stuart Schwartz se sumaban a la ola de los viajes a Cuba con la propuesta de un inusual taller de fotografía. El programa propuesto por los artistas inicia en un vuelo directo Miami-La Habana. Ofrece hospedaje en el hotel Parque Central y un circuito de escenarios fotografiables que no escapa de los sitios más turísticos de la capital cubana. ¿Lo más polémico del programa? Uno de los tutores cubanos es uno de los hijos del exgobernante cubano Fidel Castro, Alex Castro.
Pero casos más complicados se han visto. En julio de este año, la revista de izquierda The Nation instaba a sus lectores a comprar uno de los cupos limitados para una visita guiada por La Habana, a un costo de $5.950. El colofón del programa, considerado "un proyecto educativo", y por ende, un viaje legal, sería un encuentro con los cinco espías, condenados en Estados Unidos y liberados como parte del acercamiento entre los dos países, en el emblemático Hotel Nacional.
Lo más viable, en el caso de la isla, parecen ser los viajes organizados para pequeños grupos. A finales de septiembre, una empresa de jets privados ofrecía viajes a Cuba por $40.000.
La compañía Victor, con oficinas en Londres, Nueva York y Santa Mónica (California), está ofreciendo reservas para vuelos directos en jets privados de Estados Unidos a La Habana. Las reservas pueden incluir hasta ocho personas. Los vuelos partirían desde 19 ciudades estadounidenses. Se trata de un tipo de turismo adinerado, que generalmente compra tabacos caros y visita rincones exclusivos, dentro de alguna de las 12 categorías legales para Cuba. Aún no está claro dentro de cuál de las 12 categorías autorizadas de viajes de estadounidenses a Cuba figurará esta oferta.
Según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, un poco más de 60.000 norteamericanos visitaron la isla tan sólo en el primer trimestre del 2015. Pero, de eliminarse totalmente las restricciones (el embargo comercial a la isla, como ha solicitado Obama al Congreso), un turismo masivo no encontraría las infraestructuras necesarias, ni mucho menos una cultura de servicio, que sí tienen países vecinos como México y República Dominicana. Por ejemplo, los aviones con que cuenta la isla para vuelos internos son pocos y obsoletos. Igualmente el sistema de transporte ferroviario y de ómnibus.
Un funcionario del Ministerio de Turismo entrevistado por la prensa independiente dijo, a condición de no revelar su nombre, que "se han aprobado proyectos que son verdaderos disparates tan sólo porque vienen respaldados por un dirigente, y a la vez se frenan otros que no convienen por cuestiones políticas. En el turismo cubano hay mucha política, porque allá arriba le tienen fobia a lo que viene de afuera, y por eso hay mucho soborno y mucha chapucería. Demasiado control estatal sólo para demostrar quién tiene el poder, pero donde al final no se controla nada porque eso estimula la corrupción, y este país vive de eso. Si eliminas la corrupción se viene abajo todo".
Bajo este panorama, no obstante, continúan viajando a la isla estrellas del espectáculo y en general figuras mediáticas. Esta semana ha estado allí la nueva reina del pop Katy Perry. Como se hace imprescindible en estos viajes de contacto, la artista solicitó visitar una escuela de enseñanza artística. Pero más que el intercambio cultural, educacional o social, detrás de estos viajes hay una estrategia bien diseñada para abrir mercados.
La Habana se ha puesto de moda con la apertura y son muchos los que quieren llegar primero. El más reciente ilustre en arribar a la isla ha sido el boxeador estadounidense Floyd Mayweather Jr., quien visitó algunas instalaciones deportivas en la capital cubana durante su viaje de menos de 24 horas. El periodista deportivo de El Nuevo Herald Jorge Ebro considera que la visita de Mayweather a La Habana va más allá de un simple viaje turístico. Agrega que el boxeador habría viajado a la isla como enviado especial del mánager y promotor de boxeo Al Haymon, quien "estaría explorando caminos para futuros negocios con Cuba en el tema del boxeo".
El hecho de que las nuevas medidas sobre los viajes a la isla sean ahora más flexibles y operen bajo una licencia general, favorece el turismo otrora prohibido, aunque sea bajo la premisa de "incrementar los contactos entre estadounidenses y cubanos, y apoyar a la sociedad civil en Cuba".