La retención arbitraria en Cuba del activista cubano residente en Uruguay Lidier Hernández Sotolongo le ha costado perder su puesto de trabajo en Montevideo, según denunció en un mensaje compartido en Facebook.
“Desgraciadamente esta semana recibí la noticia de que ya perdí mi trabajo en Uruguay”, dijo Hernández Sotolongo. “Desde el día 17 de febrero yo debía haberme incorporado a mi trabajo y no me fue posible porque no me permiten salir de acá de Cuba”.
Pocos días antes, cuando ya estaba en el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, para abordar el avión que lo llevaría de regreso a Uruguay, un agente de fronteras le dijo que debía esperar después de haber pasado el chequeo reglamentario.
“Enseguida me trasladaron a la oficina del Mayor Ángel, Jefe de Emigración del Aeropuerto, quien me informó que yo tenía prohibición de salida del país”, le contó entonces el activista a la reportera de Radio Televisión Martí Yolanda Huerga.
Un mes antes, Hernández Sotolongo había participado en una protesta contra el gobierno cubano frente a la Embajada en Montevideo, y el grupo fue agredido por una turba de simpatizantes del régimen de La Habana.
En tres cartas fechadas en Cienfuegos, Hernández se dirigió a la Embajada de Cuba en Uruguay, a la Dirección Nacional de Inmigración y Extranjería, y a la Dirección de Atención de la Ciudadanía del Ministerio del Interior (MININT), exigiendo que le permitieran ejercer su derecho –consagrado en la Constitución de la República– de salir libremente del país.
“Desconociendo el artículo 53 y el 54 de la Constitución vigente en Cuba, porque no respetan mi libertad de expresión ni de pensamiento, he perdido mi trabajo ya que llevo casi tres meses acá en Cuba”, dijo el activista.
Por otro lado, manifestó, ya pasaron los 60 días hábiles de que disponían las autoridades para responder por qué le impiden viajar de vuelta a Uruguay.
“Hay un silencio administrativo desde las instituciones cubanas”, declaró. “Mi demanda en el Tribunal Popular Provincial de Cienfuegos sigue en curso; estamos esperando respuesta y ahora no pueden decirme que no ha pasado el plazo”.
Nadie se ha comunicado conmigo, nadie me ha respondido, dijo Hernández Sotolongo. “Por lo tanto espero que los jueces del tribunal hagan justicia, le den curso a mi demanda y fallen a mi favor”, añadió.