La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Trinidad, provincia de Sancti Spíritus devolvió a los sindicalistas independientes Raúl Zerquera Borrell, Raúl Zerquera Díaz -padre e hijo-, un auto de su propiedad que les habían confiscado de manera temporal desde el pasado 10 de abril.
Los también activistas de derechos humanos y miembros de la Confederación Sindical de Trabajadores Independientes de Cuba, denunciaron Martí Noticias lo que consideraban una injusticia por parte de la PNR local.
Este viernes 14 de de abril, Zerquera padre dijo al programa Contacto Cuba, de Radio Martí que se comunicó con la redacción de esta emisora para comunicar “estamos muy contentos todos, estamos regresando el regreso a la familia de este coche antiguo que la policía política se había enfrascado en decomisar”.
Se trata de un 1923 King Midget del año 1952, que fue adquirido por Zerquera Jr. como herencia de su tío Ernesto Borrell Martínez. El auto permaneció más de 15 años en desuso “debajo de un árbol”, explicó este a Martinoticias.
Cuando ambos se presentaron en la Unidad de Inspección del Transporte de la localidad, les comunicaron que fueran directo a la PNR, en donde luego de un encontronazo con el jefe de unidad, fueron maltratados físicamente –como describieron ea este medio- y permanecieron detenidos por varias horas.
Raúl Zerquera Borrel agradeció la cobertura del hecho por parte de los medios: “Gracias a los reclamos por parte de ustedes, también, muy significativos… que se tuvo conocimiento de las ilegalidades que hace el régimen. Ellos siempre actúan con impunidad, pero temen a la opinión internacional”.
Por ser día feriado, los propietarios tuvieron que “hacer algunos reclamos”, pero finalmente se lo devolvieron. Por el auto retenido en la unidad policial debieron pagar 98.00 pesos en moneda nacional.
En el libro de viajes "Comerciando con el enemigo”. Un yanqui viaja por la Cuba de Castro (1996), el escritor estadounidense Tom Miller, menciona el vehículo en cuestión, como perteneciente a Ernesto Borrell Martínez, un señor de Trinidad con quien conversó en la calle José Mendoza, quien le aseguró que lo había adquirido nuevo por $770.00 dólares.