El Gobierno venezolano impidió hoy el paso de una marcha de gremios de la salud que pretendían llegar al palacio presidencial de Miraflores en Caracas para denunciar el deterioro de las condiciones de trabajo y exigir mejoras salariales, en el marco de un conflicto laboral que se ha extendido por 53 días.
Más de 100 miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y algunos militares cerraron este jueves las vías de acceso al Hospital de Niños J.M. de Los Ríos, donde trabajadores de la salud tenían previsto concentrarse antes de marchar hasta la sede del Ejecutivo para hacer sus reclamos.
Las demandas son las mismas desde que iniciaron las protestas: dotación de medicamentos y materiales de trabajo en los hospitales y aumentos salariales acordes con la hiperinflación nacional que, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, cerrará el año en 1.000.000 %.
Con consignas como "¿Cuál, cuál, cuál revolución?, si en los hospitales no tenemos ni algodón" decenas de manifestantes rechazaron las políticas gubernamentales que, consideran, no responden a las necesidades sanitarias la población que debe enfrentar además la severa crisis económica.
Los trabajadores insisten en que quieren "salarios dignos" que al menos permitan cubrir la canasta básica alimentaria, que en junio alcanzó los 654.214.674,03 bolívares, 2.629,64 ó 163,15 dólares, según la tasa de cambio que se utilice.
Enfermos, médicos y pacientes participaron en protestas similares que se registraron en los estados Lara (oeste), Bolívar (sur), Carabobo (centro) y Zulia (oeste).Trabajadores de otras instituciones públicas también han acompañado estas protestas.
El número de manifestantes superó por poco el de uniformados, pese a que sí se permitió la llegada de más ciudadanos y representantes de otros gremios que también querían unirse a la marcha hasta el palacio presidencial.
Sin embargo, la movilización nunca salió de la cuadra donde se ubicó el punto de partida, pues los cuerpos policiales frustraron los intentos.
La protesta estuvo auspiciada por el Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL), que agrupa a partidos opositores y organizaciones de variada índole, y se esperaba que trabajadores eléctricos, de telecomunicaciones, docentes y de otros gremios también se sumaran, aunque finalmente no lo hicieron.
La manifestación se volvió netamente médica, por lo que enfermeros y pacientes, protagonistas tradicionales del conflicto laboral, encabezaron las consignas y animaron al resto durante las dos horas que esperaron frente al contingente policial que no los dejó avanzar.
Un niño enfermo de cáncer que iba en silla de ruedas empujado por su madre marcó la senda a seguir durante los pocos metros de recorrido y fue el único que pudo atravesar la barricada de los uniformados.
Otros pacientes usando tapabocas y vendajes se mantuvieron del lado de la protesta y resistieron bajo el sol la imposibilidad de continuar su marcha.
Venezuela, el país con mayores reservas petroleras en el mundo, atraviesa una grave crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos, medicinas, repuestos de maquinarias y vehículos y hasta dinero en efectivo.
(Con información de EFE y redes sociales)