Los obispos de El Salvador acordaron que la beatificación del arzobispo Oscar Arnulfo Romero será en la Plaza El Salvador del Mundo y constituyeron las distintas comisiones que tendrán como objetivo la preparación de la magna celebración.
"Aún sin conocer la fecha, pero con la esperanza que sea pronto y aquí en nuestro país, se determinó el lugar para dicho evento y se constituyen las distintas comisiones de la Iglesia que tendrán como misión la preparación de todo lo concerniente en esta magna celebración", expresa el comunicado de la Conferencia Episcopal al que dio lectura el arzobispo capitalino José Luis Escobar, durante la misa dominical en la catedral metropolitana.
"Se acuerda que el lugar donde se realice la beatificación de monseñor Romero sea la Plaza El Salvador del Mundo y sus proximidades", agregó el prelado.
Escobar explicó que la fecha de la beatificación la decidirá el Vaticano: "No tenemos ninguna fecha, esa fecha la va a publicar el Vaticano y no nos ha comunicado nada".
El papa Francisco decretó que el arzobispo de San Salvador, Oscar Romero, fue asesinado por odio a la fe y aprobó una declaración de martirio que allana el camino a su beatificación que esperan sea este año.
Romero, llamado también "la voz de los sin voz", fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980 con un disparo al corazón cuando oficiaba misa, un día después de pedir a los militares en una homilía: "En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada días más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios cese la represión".
Según los analistas, su asesinato fue el detonante de la guerra civil que concluyó en enero de 1992 con la firma de los acuerdos de paz.
Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, creada poco después de los acuerdos de paz, determinó que el autor intelectual del crimen fue el ya fallecido mayor Roberto D'Aubuisson, fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobernó el país durante 20 años (1989-2099).
Sin embargo, los responsables del crimen no serán castigados debido a una amnistía promulgada por el gobierno de Arena horas antes de ser divulgado el informe de la Comisión en 1993.
El arzobispo también confirmó que ya están trabajando en el proceso de canonización del padre Rutilio Grande, un sacerdote jesuita asesinado el 12 de marzo de 1977, junto a Manuel Solórzano, de 72 años y Nelson Rutilio Lemus, de 16, cuando fueron emboscados en una carretera rural del municipio de Aguilares al norte de la capital.
El crimen fue atribuido a la Guardia Nacional, uno de los cuerpos de seguridad más represivos, luego disuelta. Otros dos niños sobrevivieron al ataque.