Un grupo de personas protestaron el martes tocando calderos en el poblado Argeo Martínez, antes conocido como central Esperanza, del municipio guantanamero Manuel Tames, para demandar la restitución de la corriente eléctrica, ausente por más de 14 horas.
“La protesta empezó a las 7 de la noche y estuvo hasta las 11 de la noche, aproximadamente. Se produjo ya que habían quitado el fluido eléctrico y las personas no tenían con que elaborar sus alimentos y los niños estaban desesperados del hambre”, explicó a Martí Noticias, Javier Torres Hernández, un residente del lugar.
La demostración, realizada en el centro de la comunidad azucarera, de alrededor de 3800 habitantes, se prolongó durante varias horas, luego de que interviniera la gobernadora provincial Alis Azahares Torreblanca que se marchó del lugar sin conseguir que los manifestantes cesaran su toque de cazuelas. La electricidad no fue restituida hasta las tres de la madrugada.
“Empezó por el barrio del centro de Argeo Martínez y después se fueron sumando gente de otras barriadas como la de Nueva York que empezaron a tocar calderos, a gritar en contra del Gobierno y 'Abajo Díaz-Canel'”, dijo el entrevistado.
En febrero de este año, Díaz-Canel comenzó su recorrido por la provincia de Guantánamo, precisamente en Argeo Martínez. En esa ocasión se vio el recibimiento que le hicieron los trabajadores del central azucarero entre las calles polvorientas y los suelos cuarteadas por la sequía.
De acuerdo a Torres Hernández, enviaron al pequeño enclave rural, fuerzas militares de la ciudad de Guantánamo y del municipio Manuel Tames. También se presentaron para tratar de aplacar a los manifestantes dirigentes del gobierno provincial.
“Eso es lo que pasa cuando el pueblo está en desacuerdo con todo lo que está pasando: un abuso lo que tienen con la gente”, recalcó Torres Hernández.
Un vecino de la localidad, que se negó a ser identificado, coincidió con Torres Hernández en que, hasta el momento, las autoridades policiales no han practicado ningún arresto.
“Pero sí presencia de personas desconocidas en el pueblo y tienen algunos teléfonos incomunicados”, señaló Torres Hernández.
Martí Noticias trató de conversar con las autoridades locales pero no contestaron nuestras llamadas.
Otros pobladores del asentamiento dijeron no saber nada de la protesta.
“Tienen miedo. Es que si te pones a dar información es probable que te apresen como si hubieras estado en la manifestación”, dijo a Martí Noticias la fuente que prefirió permanecer anónima.
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