El Foro virtual “El rol de los influencers en la esfera pública cubana”, promovido por el Programa Cuba de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de Universidad Sergio Arboleda de Colombia, se celebró de manera exitosa este miércoles, a pesar de los intentos de sabotearlo por parte de la Seguridad del Estado.
A la reunión fueron invitados influencers cubanos asentados en el exterior como Alexander Otaola, KarlitoMadrid, Eliécer Avila y Manuel Milanés y residentes en la isla como Iliana Hernández, Maikel Castillo "El Osorbo" y Ruhama, entre otros.
Para entender las motivaciones, los retos, las concepciones de estos líderes de opinión cubanos se estructuraron una serie de preguntas relacionadas con el concepto que tienen sobre democracia y cuál es el cometido que creen desempeñar en función de pensar una Cuba democrática.
“Todos apelan a una visión donde el pueblo sea el Soberano, donde se conjuguen otro tipo de valores como la libertad, el pluralismo, la participación ciudadana, algo que no existe en Cuba”, comentó a Radio Televisión Martí el investigador Sergio Ángel, coordinador principal del proyecto.
La santiaguera Ruhama, alertó que no basta solamente con la Democracia sino que es menester incorporar otros valores como la Libertad porque no es suficiente que haya un gobierno del pueblo sino que también deben integrarse y garantizarse otros elementos, narró nuestro entrevistado.
Relativo a su tarea como figuras públicas, los panelistas fueron consistentes “desde el punto de vista de la apertura de Internet y de las redes sociales, como una vía para llegar a diferentes actores”.
En este sentido, ¿cuánto afectan su trabajo, dentro de la Isla, las limitaciones económicas y de acceso a internet para lograr efecto entre la población cubana?
La mayoría sostiene que tiene una alta incidencia en las redes sociales, tanto fuera como dentro, pero el énfasis fue en los residentes en Cuba.
“En el caso de Otaola reconocieron que tiene muchos seguidores entre la población cubana. Y, curiosamente, las ciberclarias, que estuvieron permanentemente en el evento, cuestionaron el hecho de que tuviéramos x número de visualizaciones o que, efectivamente, ellos tuvieran impacto dentro de la población cubana”, apuntó el organizador del encuentro.
A la interrogante acerca de la legitimidad de los que están dentro y los que están fuera, los expositores recalcaron que, contrario a lo que decían las ciberclarias, los influencers que viven en el extranjero sí tienen bastante seguidores en el territorio nacional porque la gente decide gastarse sus megas viéndolos e informándose con ellos.
Además puntualizaron que si bien los influencers que están adentro tienen que vivir en carne propia las detenciones, los bloqueos de datos, entre otras represalias, son dos lecturas distintas y resulta importante la colaboración.
“Ruhama contó que ella ´cursó una escuela de influencers que desarrolló Otaola para formar jóvenes y cree que es importante la construcción de redes y lazos entre los que están afuera y los que están adentro”.
Otro de los temas que se trajo a colación fue el de la disputa del periodismo con los influencers.
“Por ejemplo antes del evento Maykel González Vivero, fundador del medio digital Tremenda Nota, criticó las personas a las que se habían invitado. Eso muestra que también en ciertos círculos del periodismo independiente hay un cuestionamiento directo a los influencers que en muchas ocasiones también han asumido posiciones radicales y muchos terminan siendo canal y vía de comunicación directa con el cubano de a pie, pues eso también le pesa al periodismo”, expuso el investigador del Programa Cuba.
“Otro de los aspectos interesantes que se discutió, estimulado por el periodista independiente Boris González Arenas, fue la manera en que los influencers han logrado empezar a tejer redes, que es algo en que el gobierno de La Habana ha trabajado durante años para quebrantar entre los cubanos “.
Asimismo, continuó Sergio Angel, “surgieron cuestionamientos a la financiación”.
“Al respecto, yo subrayé que Mariela Castro puede recibir dinero de USAID [United States Agency for International Development], sin embargo, permanentemente, el régimen cuestiona si se reciben o no fondos de la NED (National Endowment for Democracy). Destaqué que si eso lo quisieran saber pueden entrar a la página de la NED y ver de dónde viene la financiación del mismo programa, algo que no sucede con Cuba, donde no hay manera de saber cómo financian muchas de sus organizaciones, dentro y fuera. Esto, hablando de prensa, pero también de otro tipo de organizaciones sociales”.
“El foro logró hacer coincidir los intereses de medios independientes, de influencers, de la Academia, desde el Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda. Todos por un fin común y una perspectiva diversa, plural y democrática de esa Cuba que anhelan muchos y esa Cuba del futuro”, concluyó Sergio Angel.