El preso político Juan Carlos Izquierdo Méndez cumplió el pasado 22 de julio su sentencia de dos años de privación de libertad tras haber sido apresado durante las protestas del 11 de julio de 2021 en Güines, Mayabeque.
“A mí me metieron preso, profilácticamente, porque yo soy el hombre que el 19 de abril de 2018 puse carteles en Güines de ‘Abajo Díaz Canel’, alguien me vio y me denunció y me echaron un año y tres meses por ‘desacato’. A partir de que salí de la cárcel, la Seguridad del Estado me mantuvo bajo vigilancia y el 11 de julio de 2021, un agente me dijo que no podía salir de la casa y yo tenía que ir al hospital por lo que salí, pero en el parque de mi pueblo me detuvieron y condujeron a la estación policial”, explicó en declaraciones a Martí Noticias.
“Dos horas después, comenzaron a llegar los que estaban en la manifestación y a mí me inculparon por haber asistido”, agregó.
Un tribunal lo declaró culpable de haber cometido delitos de desacato e instigación a delinquir y fue internado en la prisión de Quivicán, en la provincia Mayabeque.
En 2016, Izquierdo Méndez había sufrido una úlcera perforada que le provocó una peritonitis. Los médicos le extirparon una parte del estómago, por lo que su condición de salud era sumamente delicada.
En el penal, la comida que le servían a los reclusos, no era compatible con su condición de salud, ni siquiera, la dieta médica con la que socorrían a los enfermos.
“La dieta ‘blanda’ que me daban, que debía preferiblemente pasarse por una batidora, era un plátano malo o boniato con tetuán, hervidos. Y estoy hablando de dieta prescripta. Tampoco tenía medicamentos ni vitaminas”, relató Izquierdo.
En diciembre de 2021, le concedieron una primera licencia extrapenal por tres meses y en marzo tuvo que retornar a la cárcel de Quivicán.
“Volví a entrar, pero en malas condiciones, caminando apoyado en un bastón. Me deterioré más, me quedé pesando 100 libras. Mi abogado presentó otra petición de licencia extrapenal y Medicina Legal me encontró no apto para régimen penitenciario. No obstante, solo me dieron seis meses de licencia extrapenal y a los tres meses de estar en casa, me cambiaron la medida cautelar por ‘trabajo correccional sin internamiento’, para lo cual tampoco estoy competente. La Comisión Médica, que me chequeó, confirmó que tampoco estoy apto para trabajar, de manera permanente, y así hasta que llegó el 22 de julio de 2023, día en que cumplí mi sanción”, dijo en su entrevista con Martí Noticias.
“Me he recuperado pero lo que como no es lo que debo, sino lo que se consigue. Pero estoy mejor que otros que todavía están tras las rejas, padeciendo las pésimas condiciones de los centros penitenciarios cubanos donde el almuerzo y la comida están compuestos por un caldo de cualquier cosa, un poquito de arroz, un plátano o una yuca dura y una tortica de harina con yerbas. Y un día que tocaba un pedacito de pollo”, denunció.
“La higiene está totalmente ausente porque no hay agua, que hay que recogerla de las cisternas en pomos para luego usarla para beber, lavar y cualquier otra necesidad”, apuntó.
El ex preso político no avizora un mejor futuro: “¿Qué plan puedo cumplir aquí con casi 70 años y en las condiciones físicas en que quedé?".
Recientemente, fue liberado Yordan Manuel Escobar Machín por cumplimiento completo de su condena.
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