“Siempre que menciono su nombre pienso en el título de uno de sus libros, Agradecido como un perro, un verso de un poema tremendo. Además de una persona humilde era un poeta grandísimo, un poeta con una paz interior, a pesar de que estaba en el infierno”, dijo a Martí Noticias el poeta y humorista Ramón Fernández-Larrea.