Cuando Gil Mármol y su familia huyeron de Cuba en 1961, el Gobierno revolucionario incautó 17 cuadros que quedaron en el camino, incluidas dos acuarelas del mexicano Diego Rivera. Años después, descubrió que una de las obras había sido contrabandeada al exterior y vendida en una subasta en Nueva York en 1995 a un comprador desconocido.
Ese fue el único rastro real de la colección de los Mármol, apenas una de las obras de arte que habían sido confiscadas al inicio de la revolución y que serán difíciles de recuperar aún si la isla normaliza sus relaciones con Estados Unidos, reporta la agencia de noticias EFE.
Cubanos estadounidenses como Mármol podrían tener que luchar por décadas para recuperar las pinturas y otras obras de arte perdidas en Cuba, debido a prolongadas disputas legales y también porque muchos de los objetos han desaparecido.
"Aliento a las personas a que busquen sus bienes (...) pero hallar bienes muebles como pinturas o joyas es particularmente difícil", dijo Tania Mastrapa, especialista en derechos de propiedad en ex países comunistas.
Por ejemplo, hasta el día de hoy descendientes de rusos que perdieron propiedades en la Revolución Rusa de hace un siglo intentan recuperar pinturas, dijo.
A comienzos de la década de 1960, equipos especializados del Gobierno cubano cerraron los hogares de exiliados acaudalados y se llevaron pinturas, antigüedades y joyas.
Algunos de los bienes, como una de las colecciones de objetos sobre Napoleón más grande del mundo que fue acumulada por el magnate azucarero Julio Lobo, fueron llevados a museos cubanos, donde aún están. El Gobierno de la isla dice que los objetos como esos le pertenecen, porque fueron abandonados.
Otras piezas confiscadas han sido subastadas al público o contrabandeadas al extranjero, en su mayor parte a Europa, por funcionarios corruptos cubanos o por el mismo Gobierno cuando necesitaba dinero, dicen expertos de arte.
Si bien un cambio político en Cuba llevará años aún a pesar de la mejora en las relaciones con Estados Unidos, los cubanosestadounidenses esperan que La Habana devuelva finalmente sus viviendas, empresas y obras de arte confiscadas, o los compense.
El arte confiscado va desde retratos familiares de poco valor económico a obras cubanas y europeas del siglo XIX y comienzos del XX, dijo Mastrapa.
Una acaudalada familia, los Fanjul, perdió una colección valorada hasta en $60 millones. Incluía más de una decena de obras del impresionista español Joaquín Sorolla y un dibujo a lápiz de Miguel Ángel.
Cientos de reclamos
Podría haber cientos de reclamos por obras de arte a medida que Cuba y Estados Unidos reanuden las relaciones, dijo Mari-Claudia Jiménez, una abogada de Nueva York que se especializa en intentar recuperar objetos de arte confiscados en Cuba.
Pero el Gobierno y los tribunales en Estados Unidos están limitados en lo que pueden hacer para obtener un reembolso por obras de arte, empresas y bienes que eran propiedad de cubanosestadounidenses, pues la mayoría no eran ciudadanos del país norteamericano cuando huyeron de la isla.
Los exiliados cubanos tendrían que esperar hasta que Cuba restablezca por completo las relaciones y, entonces, acudir a la justicia en busca de una indemnización.
"Recibimos llamadas de vez en cuando de alguien que busca recuperar sus obras de arte y puedo asegurar que hubo un aumento en esas llamadas últimamente", dijo Jiménez, de la firma de abogados Herrick, Feinstein LLP. "La gente se está empezando a preparar para intentar pensar ¿cómo voy a lidiar con volver a Cuba? ¿Voy a recuperar algo?", comentó.
La abogada asegura que les dice a potenciales clientes que es muy pronto para saber cómo se desarrollarán las políticas cubanas, pero que ahora es un buen momento para comenzar a juntar documentos que prueben su propiedad.
En algunos casos, los subastadores han mediado entre los propietarios originales de objetos confiscados en Cuba y los compradores para resolver disputas.
Nadie tiene una cifra definitiva sobre las obras de arte, antigüedades y otros objetos de valor confiscados en Cuba.
Búsqueda infructuosa
Antes de presentar un reclamo, los cubanosestadounidenses primero tienen que encontrar los objetos.
Mármol, de 61 años, intentó rastrear las pinturas que tenía su familia después que su padre falleció en el 2009, pero fue una búsqueda infructuosa.
El empresario de Dallas ubicó solo una pieza: la pintura "Hombre Cargando Alcatraces", de Rivera. Descubrió a través de búsquedas en internet y hablando con un amigo del mundo de los remates que la obra había sido vendida por Sotheby's en 1995 en Nueva York por $145.500.
Dijo que Sotheby's se negó a decirle quién había comprado la pintura debido a la confidencialidad con el cliente, pero la casa de subastas le escribió al comprador para avisarle sobre el reclamo de propiedad. "El comprador respondió que no reconocía la pintura, que no tenía registros de haberla comprado y mantuvo su postura", dijo Mármol.
Sotheby's en Nueva York confirmó la versión de Mármol de los hechos pero se negó a hacer otros comentarios.