Madres cubanas reflejan preocupación por los resultados de este curso escolar atípico y consideran que muchos niños no han adquirido los conocimientos requeridos a través de las Teleclases, el método de enseñanza que quedó como alternativa a las clases regulares en la escuela durante la pandemia.
La activista Anyell Valdés, quien tiene tres hijos en edad escolar, dijo a Radio Televisión Martí que desea que sus hijos repitan el curso.
“El tiempo no le da para escribir, yo misma le tengo que tirar fotos a todo para que él pueda copiar las clases del teléfono, pero realmente no explican bien y ellos están “botaos”. No escuchan lo que el profesor les está explicando y no les da tiempo a copiarlo todo. Yo prefiero que repita”, declaró.
María Elena Mir Marrero comentó a Radio Televisión Martí que en la localidad de Guanabo, en La Habana, los niños que pueden tener acceso a Internet han creado grupos de WhatsApp para poder copiar los Teleclases.
“La profesora le manda vía WhatsApp una hoja de trabajo, ellos la tienen que copiar en una libreta y cada cierto tiempo ellos tienen que llevar esa libreta a la escuela a que las revisen y por ahí viene la evaluación”, explicó.
Mir Marrero destaca que lo costoso del servicio de telefonía e Internet digital en Cuba impone una brecha entre unos alumnos y otros.
El problema de esas clases por WhatsApp es que "el Ministerio de Educación no les garantiza los datos (de Internet) a esos niños y hay muchos que no tienen eso".
Desde Sancti Spíritus, la activista Yorsiquelin Sánchez promotora de la campaña Aulas Vacías llamó la atención sobre las desigualdades económicas que determinan el tipo de acceso a los medios de enseñanza: “Hay niños que desgraciadamente no pueden ver una Teleclase en su casa porque no tienen televisión o no tienen las posibilidades de comprar una cajita para poder ver las clases, otros no tienen manera de bajar las clases de Internet.
Cira Piñeiro Alonso, viceministra primero de Educación, durante un encuentro con la prensa expresó que los estudiantes no van a perder el año.
La funcionaria prometió que si no podían cerrar el calendario escolar oficial en julio, siempre se respetarán las vacaciones de verano y se continuará en septiembre, hasta que se logre terminar y los alumnos puedan pasar de grado a partir de que realmente haya la certeza de que dominan los contenidos.