Las autoridades cubanas suspendieron ya desde hace algunas semanas las visitas a la cárceles y limitaron las comunicaciones telefónicas de los reos con su familia, para enfrentar el riesgo de propagación del coronavirus.
También las autoridades del Ministerio de Salud aseguraron la semana pasada que "en los establecimientos penitenciarios cubanos no existen ni brotes ni casos confirmados de la COVID-19". Sin embargo presos y sus familiares, entrevistados por Radio Televisión Martí, alertan sobre casos de reos en aislamiento tras presentar síntomas.
Los entrevistados dan cuenta de serias deficiencias con la asistencia médica y la falta de medicamentos dentro del sistema penal en la isla en medio de la pandemia.
El sábado en la noche fue trasladado de urgencia hacia un hospital de la ciudad de Sancti Spíritus el preso común Gabriel Pérez Nápoles , según denunció otro reo en comunicación telefónica este domingo con el activista de derechos humanos Ramón Zamora.
"Hay un preso que se intentó quitar la vida por miedo al coronavirus, tenía fiebre y se había cansado de reclamar atención médica", explicó la fuente a Radio Televisión Martí.
En Placetas, Ariadna López Roque reporta que en la prisión La Pendiente de Santa Clara donde cumple condena su esposo, el preso político Mitzael Díaz Paseiro, hay reclusos aislados con síntomas respiratorios.
"El día 22 de abril conocimos que allí hay reclusos que tienen fiebre y los tienen aislados. Esta información la conocimos por la mamá de un recluso", declaró la activista.
Mientras, en la Prisión Provincial de Guantánamo, el abogado y periodista Roberto Jesús Quiñones Haces presenta un deterioro de su salud, aseguró su hijo Roberto José Quiñones Castro.
El abogado y periodista Roberto Jesús Quiñones presenta un deterioro de su salud en las últimas semanas, así se lo informó su esposa en llamada telefónica la semana pasada con su hijo Roberto José Quiñones Castro, residente en Estados Unidos.
" Ha desarrollado una enfermedad del estómago que le ha causado bastante diarrea, deshidratación, ha perdido cantidad de peso y su salud se está poniendo más delicada cada día", declaró el hijo del periodista para quien Amnistía Internacional reclamó esta semana una acción urgente por su liberación.
La Dirección de Servicios Médicos del Ministerio del Interior de Cuba anunció que estaba implementando una serie de medidas como la desinfección de las manos con soluciones alcohólicas o cloradas, vigilancia epidemiológica durante 15 días, dos pesquisas diarias para detectar casos febriles y tratamiento homeopático a la totalidad de la población penal y los trabajadores. Además indicaron que de ser necesario, se decretaría la cuarentana o la inmovilidad penitenciaria.
Desde Santiago de Cuba, el secretario ejecutivo de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, quien pasó seis meses en la Prisión de Aguadores de esta provincia, insiste una vez más en denunciar que allí no existen las mínimas condiciones médicas para enfrentar un posible brote del virus.
Este lunes Ferrer conversó Noslén Ayala García, activista de UNPACU recluido en la cárcel de Quivicán.
" Hay muchos presos aislados pero no se ha informado si han dado positivo pero no se puede descartar que pudieran haber contraído el coronavirus", indicó el opositor.
Con el fin de ayudar a los Estados en su respuesta a la COVID-19, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas publicó el lunes un nuevo manual de orientaciones políticas sobre la adopción de medidas urgentes y excepcionales donde se indica que: "Las cárceles y prisiones son lugares de alto riesgo y los Estados deben esforzarse por poner en libertad a todos los reclusos que puedan ser excarcelados sin peligro, y no por arrestar a más gente".
Numerosas organizaciones defensoras de derechos humanos han pedido al régimen la excarcelación de los presos políticos para aliviar el riesgo de contagio entre la población penal.