El borrador de una nueva propuesta de regulaciones legales al autoempleo en Cuba contiene más elementos para frenar el desarrollo del sector privado que para estimularlo, advierte en su publicación bimestral THCG Business Report correspondiente a marzo-abril la consultoría de negocios con sede en Miami The Havana Consulting Group.
El grupo adelanta una buena cantidad de estos proyectos de ley pendientes de aprobación, y concluye que si bien algunos buscan regular razonablemente la indisciplina fiscal y otros problemas reales, “su objetivo principal es frenar la generación y concentración de riquezas por parte de los trabajadores por cuenta propia”, limitando su desempeño y su competición con las empresas estatales.
En agosto de 2017 el gobierno eliminó cinco categorías de trabajo privado y congeló 28, “con el propósito de erradicar los fenómenos negativos detectados y asegurar el desarrollo ulterior de estas formas de gestión en el marco de la legalidad”, según había anunciado Raúl Castro en julio ante la Asamblea Nacional. En la siguiente sesión, en diciembre, el llamado Zar de las Reformas, Marino Murillo, adelantó algunas de las restricciones que se plasmarían en el nuevo código. Pero no con el detalle de este artículo.
Lo positivo y lo negativo
La Unidad de Inteligencia de THCG, que firma la pieza, evalúa como positivas algunas de las nuevas directrices, entre ellas las destinadas a recaudar los debidos impuestos y la obligación de tener una cuenta corriente bancaria para llevar a cabo todas las transacciones comerciales, algo que el sistema bancario cubano no había facilitado hasta ahora
También, que los arrendadores de habitaciones y casas puedan alquilar sus servicios a personas jurídicas como los operadores turísticos estatales. Hasta ahora cientos de estos hostales conocidos como casas particulares tenían contratos con entidades del Estado, pero la relación no estaba oficialmente legislada, ya que había un vacío en la ley.
Un tercer aspecto positivo contemplado por los autores sería la regulación sobre la colocación de carteles y anuncios comerciales y el registro de marcas en la oficina de propiedad industrial.
Sin embargo, la columna de lo negativo es mucho más larga.
THCG subraya como “una de las medidas más conservadoras que se implementarán la de que solo se permitirá a los trabajadores autónomos tener una licencia. Al respecto, Murillo había enfatizado en diciembre: ..."Quienes tengan más de una [licencia] tendrán que elegir con cuál se quieren quedar. Porque resulta que han aparecido, por ejemplo dueños de 5 ó 6 restaurantes”. El funcionario justificó sus comentarios aludiendo a Lineamientos del Partido Comunista para la Política Económica y Social, acerca de que no se permitiría la concentración de bienes y riqueza.
Otros aspectos negativos importantes enumerados por los analistas de la consultoría son:
● El número de ocupaciones que pueden desempeñar los cuentapropistas se reduce de 201 a 122, un retroceso sustancial en la apertura al sector privado que tuvo lugar entre 2010 y 2013.
● Las "paladares" (restaurantes privados) y los bares estarán limitados a una capacidad de 50 sillas (clientes).
● Los emprendedores siguen sin tener personalidad jurídica.
● La cantidad de multas y sanciones aumenta; también, la aplicación de prácticas confiscatorias con respecto a maquinaria, equipos, herramientas, materias primas y productos terminados, a quienes violen las reglas.
● Se desestimula la contratación de personal al imponer tasas muy altas de salario mínimo para el personal contratado, limitando el crecimiento de las empresas privadas.
● Los profesores de música, arte, taquigrafía, mecanografía e idiomas, tutores (repasadores), así como los instructores deportivos y de conducción de vehículos no pueden combinar su trabajo para formar escuelas o academias, para contratar el servicio de otros profesores o instructores, ni para organizar eventos o actividades de carácter competitivo.
● A los reparadores de equipos eléctricos y electrónicos no se les permitirá cambiar el número de identificación de teléfonos celulares, ni venderlos.
● Se elimina la autorización a un contratista privado para establecer una relación comercial con una entidad estatal encaminada a la ejecución de trabajos de construcción, mantenimiento o reparación.
● Se elimina la resolución que protegía como cuentapropistas a los trabajadores asalariados del Centro Equino de Varadero (perteneciente al Grupo Empresarial Extrahotelero Palmares S.A.) que prestaban servicios de paseos en carruajes coloniales.
● Se elimina la resolución que protegía a los trabajadores asalariados de la Empresa Provincial de Transporte de Matanzas, que arrendaban como trabajadores por cuenta propia vehículos de la "Agencia de Omnibus Hicacos".
● Las nuevas propuestas no incluyen la autorización de nuevas ocupaciones de autoempleo ni la incorporación al mismo de profesionales.
Descarrilando una locomotora económica
La Unidad de Inteligencia de THCG opina que el saldo del proyecto de propuesta es decepcionante, ya que el objetivo de las medidas es limitar el desarrollo de un sector que ha sido el más productivo, el de mayor crecimiento y el que ha generado más empleo en los últimos 8 años.
El artículo justifica con datos concretos esta afirmación.
Un trabajo anterior del grupo publicado en 2016 resaltaba que en ese año, solamente teniendo en cuenta a los negocios más prósperos (“paladares", casas particulares, salones de belleza, talleres de reparación de celulares, producción y venta de calzado, telecomunicaciones, transporte, y venta de productos al por mayor, una categoría que no estaba autorizada), se generó una facturación anual estimada entre 2.500 y 3.800 millones de CUC (peso convertible equivalente al dólar).
Estos resultados llevaron al surgimiento de una clase media en la isla y un nuevo equilibrio de poder en la economía cubana no visto en 60 años. Un segmento importante de la población consiguió independencia económica del Estado y logró crear una exitosa red de negocios que reunió a miles de empresas privadas. En ese momento, más de medio millón de cubanos estaban trabajando oficialmente en el sector privado, mientras que otro medio millón lo hacía de manera informal, obteniendo ingresos hasta 10 veces más altos que los de un trabajador estatal.
Esta nueva clase media también se convirtió en una importante fuente de turistas nacionales que se alojan en las cadenas hoteleras del mercado en dólares (991.122 en 2016), solo superados por Canadá en términos de número de vacacionistas.
El nacimiento de esta clase media proporcionó asimismo riqueza y prosperidad a miles de familias cubanas, aumentando su poder adquisitivo y permitiendo a cientos de miles de cubanos disfrutar del turismo en su país y en el extranjero.