Hasta el 17 de abril de 2019, los ciudadanos estadounidenses, entre ellos los cubanoamericanos, podrán demandar a compañías cubanas controladas por las Fuerzas Armadas castristas, anunció este lunes el Departamento de Estado en Washington tras revisar el Título III de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática, conocida como la Ley Helms-Burton.
"Queda claro que, con esta medida, Estados Unidos está aumentando la presión contra el régimen cubano. Como la medida implica la acción de personas privadas, es difícil evaluar con algún grado de fidelidad cuál será el impacto en términos del número de juicios que se presentarán", indicó una alta funcionaria del Departamento de Estado.
La funcionaria explicó que 1996, "el Departamento de Estado presentó una evaluación al Congreso en la que se halló que había una cantidad potencial de 75.000 a 200.000 reclamos que tendrían un valor de decenas de miles de millones de dólares", pero como la excepción es limitada, el número de denuncias sería menor.
El Título III permite a los estadounidenses presentar en cortes de EEUU reclamos de bienes en Cuba y prohíbe a empresas extranjeras negociar con estas propiedades confiscadas.
Advirtió que "el efecto secundario es que ésta es también una señal a todas aquellas personas que hacen negocios en Cuba de que EEUU toma todo esto con mucha seriedad, y que deberían revaluar y reconsiderar sus inversiones en (la isla), particularmente si esas inversiones pueden estar vinculadas a propiedad confiscada".
La alta funcionaria del Departamento de Estado afirmó que EEUU sigue extremadamente preocupado "con los abusos de los derechos humanos en Cuba, y hemos notado que nada ha cambiado con el nuevo presidente (Miguel Díaz-Canel)".
Dijo también que "nuevamente, vemos a Cuba mantener relaciones estrechas con Rusia y China, así como causar la desestabilización en Venezuela, que en sí misma ha originado una ola de refugiados y, por supuesto, ha puesto en riesgo la salud pública".
En los próximos días, EEUU continuará monitoreando "el impacto de la suspensión (el Título III de la Helms-Burton) con una excepción, con el fin de evaluar si más medidas son necesarias para el interés nacional de Estados Unidos y, por supuesto, para apoyar los esfuerzos del pueblo cubano para realizar las reformas en su país", concluyó la alta funcionaria de la cancillería estadounidense.
(Con información del Departamento de Estado)