Varios centenares de policías y guardias nacionales, con equipos antimotines, bloquearon el paso a una marcha de miles de opositores que aspiraba llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral en el centro de Caracas para presionar a favor de un referendo inmediato por la revocación del mandato del presidente Nicolás Maduro.
Al grito de "revocatorio ya" y entre carteles en los que se leía "el hambre no espera, revocatorio ya", miles de opositores iniciaron cerca del mediodía sendas movilizaciones en el norte y este de la capital que no tenían el permiso de la alcaldía oficialista de Caracas.
Centenares de policías y guardias nacionales con pertrechos antimotines y camiones cisternas les cerraron las vías a los manifestantes. Las autoridades también cerraron algunas estaciones del metro por seguridad.
Una de las movilizaciones, encabezada por el dirigente Henrique Capriles, logró sortear algunos bloqueos de los cuerpos de seguridad y avanzar por unas vías del este de la capital, en medio de un fuerte congestionamiento vehicular, hasta encontrarse con la otra marcha opositora.
Contingentes policiales se apostaron en medio de la céntrica avenida Libertador para impedir el avance de los opositores.
"No vinimos a confrontar con la policía, pero sí se lo decimos con claridad... nosotros vamos a defender la constitución", dijo Capriles, uno de los principales promotores del referendo, al pedir a los manifestantes retirarse pacíficamente del lugar.
"No nos van a robar el derecho que tenemos a revocar a este gobierno", dijo Capriles al advertir que la oposición realizará en los próximos días nuevas acciones para mantener las presiones a favor del referendo.
Uno de los directores del CNE, Luis Emilio Rondón, acudió a una de las movilizaciones para recibir una solicitud de la oposición sobre la definición de la fecha para recolectar las firmas del 20% de los electores (cerca de 4 millones de personas) que permitirían activar formalmente el referendo.
Rondón dijo a la prensa que una comisión del CNE aprobó un informe sobre la validación de un primer lote de firmas opositoras, pero precisó que no será hasta el lunes cuando las autoridades electorales darán el veredicto final sobre el proceso.
En otras tres ciudades también se realizaron marchas pacíficas a favor del referendo.
En mayo la oposición intentó marchar en varias oportunidades hacia el CNE, pero las movilizaciones también fueron bloqueadas por los cuerpos policiales. En la víspera, el alcalde oficialista de Caracas, Jorge Rodríguez, solicitó al CNE que se cancele el registro de inscripción de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como solicitante del referendo, por el "fraude" que cometió en la recolección de las firmas. La MUD abarca a una a treintena de partidos y agrupaciones opositoras.
La coalición opositora planteó como exigencia la realización del referendo este año para ir a un eventual diálogo con el gobierno, pero Maduro y otros dirigentes oficialistas han descartado esa posibilidad.
De aprobarse la revocación este año, se debería convocar a elecciones, pero si sucede en 2017, el período de Maduro deberá ser completado por su vicepresidente Aristóbulo Isturiz, según establece la constitución.
Algunas figuras del oficialismo presentaron en la Fiscalía General y el Tribunal Supremo de Justicia acciones judiciales contra el proceso de recolección de rúbricas que aún están pendientes de decisión. Maduro enfrenta este proceso en medio de una compleja crisis económica que ha golpeado su popularidad, que ronda 23%, y un creciente descontento que se manifiesta en el aumento de las protestas callejeras y los saqueos de comercios.