El espía del régimen cubano Víctor Manuel Rocha, de 73 años, además de la sentencia que acaba de recibir el viernes a 15 años de cárcel, perderá todos los beneficios de haber trabajado como empleado del gobierno estadounidense, informó el Departamento de Justicia.
En la audiencia del 12 de abril se declaró culpable de actuar en secreto durante décadas como agente de la inteligencia cubana. Sin embargo, desde su destape en diciembre de 2023, las autoridades de la isla no han hecho referencia alguna a este caso, considerado como "una de las infiltraciones de mayor nivel y duración en el Gobierno de Estados Unidos".
La jueza del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Beth Bloom, aceptó la declaración de culpabilidad de Rocha en la que admitió conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero y conspirar para defraudar a los Estados Unidos y actuar como agente de un gobierno extranjero sin notificación según lo exige la ley. El tribunal lo condenó a la pena máxima legal por esos cargos (15 años de prisión) y a pagar una multa de 500.000 dólares, a permanecer tres años en libertad supervisada y a someterse a una evaluación especial.
Según los términos del acuerdo de culpabilidad de las partes, "Rocha debe cooperar con los Estados Unidos, incluida la asistencia con cualquier evaluación de daños relacionados con su trabajo en nombre de la República de Cuba. Rocha debe renunciar a todos los beneficios de jubilación futuros, incluidos los pagos de pensiones, que Estados Unidos le debe debido a su antiguo empleo en el Departamento de Estado. Rocha también debe ceder a los Estados Unidos cualquier ganancia que tenga derecho a recibir en relación con cualquier publicación relacionada con su conducta criminal o su servicio al gobierno de los Estados Unidos".
Cada juramento era una mentira
El ex embajador de Estados Unidos, funcionario del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional y ex asesor del Comando Sur del ejército estadounidense traicionó al gobierno de los Estados Unidos y mintió en todos los chequeos de seguridad, en sus declaraciones juradas y en los documentos oficiales en los que debían constar sus antecedentes y sus filiaciones políticas, a lo largo de su carrera.
Para el Fiscal General Adjunto Matthew G. Olsen, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, este caso revela "más de cuatro décadas de traición y engaño" al gobierno de Estados Unidos y "una asombrosa traición al pueblo estadounidense y un reconocimiento de que cada juramento que hizo a Estados Unidos era una mentira".
El fiscal federal Markenzy Lapointe para el Distrito Sur de Florida dijo que "la voluntad de Rocha de cooperar, como lo exige su acuerdo de culpabilidad, es importante, pero no cambia la gravedad de su mala conducta o su abuso clandestino de la confianza depositada en él".
El agente especial a cargo de este caso, Jeffrey B. Veltri de la oficina local del FBI en Miami dijo que este caso demuestra que la amenaza de contrainteligencia que enfrenta EEUU es real, generalizada y "tiene el potencial de causar un gran daño a nuestra seguridad nacional”.
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