Un cohete portador ruso Protón-M, lanzado el viernes desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), puso en órbita el satélite británico Inmarsat-5 F3, que completará el programa Global Express (GX), destinado a llevar internet de banda ancha hasta el último rincón del planeta.
El F3 cubrirá la región del Pacífico y se unirá a otros dos satélites ya lanzados y que cubren otras zonas del planeta, incluida América Latina.
El director ejecutivo de Inmarsat, Rupert Pearce, destacó que la quinta generación de satélites de la compañía británica favorecerá la "transformación de las sociedades ubicadas en lugares remotos" que en la actualidad no tienen acceso a las altas tecnologías de información.
El programa GX, según Pearce, abrirá la puerta a "una nueva era de comunicaciones móviles por satélite que va a cambiar el futuro para todos".
La tecnología de la quinta generación de satélites Inmarsat ofrecerá a sus usuarios velocidades de internet de banda ancha hasta 100 veces superiores a su anterior programa. El primer satélite de GX, el Inmarsat-5 F1 fue lanzado en diciembre de 2013 y entró en servicio en julio de 2014 para cubrir Europa, Oriente Medio, África y Asia.
El F2 fue puesto en órbita el pasado 1 de febrero y entrará en servicio comercial a finales de este mes, mientras que el F3 completará el programa a finales de este año, según la compañía. El de este viernes es el primer lanzamiento de un cohete ruso de este tipo tras el accidente de un Protón-M en mayo pasado, justo un año después de otro accidente similar con otro portador ruso.