Para las empresas que buscan asesoramiento jurídico en Miami sobre cómo aprovechar la apertura del presidente Barack Obama a Cuba, dos historias pueden servir como cuentos de precaución, publica este lunes Bloomberg.
Uno se refiere a un campo de golf de 18 hoyos, que tuvo un diseñador canadiense ocho años para construir cerca de las famosas playas de Varadero en Cuba. El segundo implica las azoteas de telefonía celular que una empresa noruega ha luchado para erigir al otro lado del mundo, en Myanmar.
La nación del sudeste asiático comenzó a atraer la inversión extranjera en 2012, cuando la Unión Europea y Estados Unidos comenzaron a aliviar las sanciones después de los cambios políticos que pusieron fin a cerca de cinco décadas de control militar.
Ubicado entre China y la India, con una población de unos 53 millones de personas, Myanmar tiene una economía que está en camino de crecer 7.8% en el año próximo, según el Banco Asiático de Desarrollo. La expansión está siendo impulsada por las exportaciones de materias primas, la producción de gas natural y el turismo.
Mientras que el embargo es algo que todavía se mantiene, el anuncio que hizo Obama el pasado 17 de diciembre de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba "cambia el tono de la conversación", dice Manuel Freyre, presidente de la organización internacional de Akerman LLP. Si bien se pueden permitir nuevas oportunidades, como en la industria de telecomunicaciones, junto con la venta de alimentos y medicinas que ya se permiten, se advierte que hacer negocios en Cuba es difícil".