Una delegación comercial española viajará a Cuba entre el 13 y el 16 de abril con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo de sus empresas en el país a la vista de los cambios que se están produciendo en materia económica.
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, estará al frente de la representación empresarial que también contará con el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y el vicepresidente de CEOE y presidente de la patronal Catalana Fomento del Trabajo Nacional, Joaquín Gay de Montellá.
El viaje es producto de la petición de empresas españolas en Cuba para contar con el apoyo de la Administración una vez entró en vigor la nueva ley de inversiones y comienza a funcionar la Zona de Desarrollo Especial del Mariel con la intención de traer capital extranjero.
En el caso de España, sus mayores intereses en Cuba siguen centrados en el turismo, sector en el que es claramente el país con mayor presencia en la isla. Alrededor del 90% de las plazas hoteleras en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas pertenecen a los grupos españoles Meliá, Iberostar, Rius, NH y Barceló.
Tras la que realizara en noviembre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, está será la visita de más alto nivel del Gobierno de Rajoy a Cuba. De hecho, fue este viaje del Canciller el que pospuso el de la delegación empresarial, que tenía previsto acudir a la Feria Internacional de La Habana.
En el presente viaje, las conversaciones se enmarcarán en otro escenario, el de las negociaciones de cubanos y estadounidenses para restablecer sus relaciones y en el resultado de los acuerdos con la Unión Europea que puedan concretarse tras la segunda ronda de charlas entre ambas partes.
El Secretario de Estado de Comercio tiene previsto en su agenda reuniones con las autoridades económicas cubanas y con empresarios españoles presentes en la isla, así como la Asociación de Empresarios Españoles que aglutina a unas 230 compañías. Entre las mayores inquietudes de estos se encuentran los problemas que puede conllevar la unificación monetaria entre pesos cubanos y convertibles, la contratación de trabajadores por medio del Estado, la repatriación de divisas o el tema de los cuentapropistas.
Los pequeños empresarios privados cubanos son, precisamente, una de las prioridades de los empresarios españoles, que desean contar con ellos en sus proyectos, pero demandan más apoyo para poder a hacerlo. También los bancos, interesados en la posibilidad de trabajar en Cuba, son otras entidades que buscan nuevas oportunidades de negocio.
Este viaje se produce meses después de que la cobertura CESCE (que garantiza las operaciones de financiación en distintos países) se abriera a Cuba después de permanecer cerrada desde el año 2000 por los más de 2.300 millones de euros de deuda que mantenía con España. En estos momentos cuenta con una línea 25 millones de euros para operaciones a corto plazo.