El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo el martes que su "corazón siente que Cuba debería estar de vuelta" en el organismo, "pero mi cerebro indica que (el proceso) no irá tan rápido".
Los roces entre Cuba y la OEA comenzaron después de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959. Algunos años más tarde, fue expulsada del organismo a solicitud de Estados Unidos.
La suspensión fue levantada en 2009. Pero hasta ahora el Gobierno comunista no ha mostrado interés en reincorporarse al organismo que catalogó por décadas de "títere" de las políticas de Washington.
"Hemos visto con mucho agrado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba", dijo Almagro según reportó Efe, que cubre la visita que realiza el funcionario a Pekín.
Almagro, exministro de Asuntos Exteriores de Uruguay, valoró de "momento histórico" el viaje de Obama a Cuba, programado para el 21 y 22 de este mes.
El funcionario reconoció los esfuerzos de su antecesor al mando de la OEA, José Miguel Insulza por el regreso de la isla al organismo regional.
Cuba es el único país del continente apartado de la OEA. Su retorno es uno de los retos de Almagro.
"Necesitamos una agenda de trabajo muy intensa para poder lograr lo que siente mi corazón", expresó.
El exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que visitó la isla en 2014 por invitación del mandatario Raúl Castro, admitió entonces que para su Gobierno es difícil cambiar el discurso.
"Después de decir todas las cosas que se han dicho de la OEA durante 55 años, no se va a cambiar el discurso tan de golpe a menos que haya un motivo para realizarlo", dijo Insulza a Reuters.