Funcionarios de Estados Unidos y Cuba se reunirán en la segunda semana de marzo en Fort Lauderdale, Florida ─al norte de Miami─ para dar los toques finales a un acuerdo encaminado a coordinar los esfuerzos bilaterales en la prevención y contención de potenciales derrames de petróleo en el Estrecho de Florida y el Golfo de México.
El 8 de enero de 2017, doce días antes de la transición presidencial en Estados Unidos, el encargado de negocios estadounidense, Jeffrey DeLaurentis, y el viceministro de Transporte cubano, Eduardo Rodríguez, suscribieron en La Habana un acuerdo de cooperación dirigido a coordinar una respuesta "inmediata y eficaz" a casos de contaminación por derrames de hidrocarburos y otras sustancias peligrosas en el mar.
Las conversaciones del 8 y 9 de marzo buscan finalizar ese pacto, conocido como Acuerdo de Preparación y Respuesta ante Derrames de Petróleo, de acuerdo con un portavoz del Departamento de Estado que respondió a una consulta del medio flkeysnews.com, enfocado en noticias de interés para los cayos de la Florida.
"Funcionarios del Departamento de Estado se reunirán con funcionarios cubanos para discutir la finalización del borrador del Plan Conjunto de Contingencias, que pondrá en funcionamiento el Acuerdo sobre Derrames de Petróleo entre Cuba y los EE. UU.", informó el portavoz en un correo electrónico la semana pasada.
Las conversaciones están programadas para comenzar dos días después de una conferencia del 5 al 6 de marzo en la Universidad Nova Southeastern a la que asistirán miembros del mundo académico, la industria petrolera, el gobierno de los Estados Unidos y la comunidad ambientalista.
"La conferencia es una oportunidad para 'mejorar la curva de conocimiento' en torno a las últimas investigaciones sobre predicción de trayectorias de derrames y tecnologías industriales de taponamiento y contención, así como sobre avances en la cooperación gubernamental", dijo en un comunicado su organizador Lee Hunt, especialista en temas de perforación petrolera de la firma Hunt Petty LP, con sede en Houston, Texas.
"Reservamos dos días para las conversaciones en Fort Lauderdale con las autoridades cubanas inmediatamente después de la conferencia", dijo el vocero del Departamento de Estado.
Flkeysnews.com señala que la noticia sobre las conversaciones se publicó poco después de que el Departamento del Interior (medio ambiente) de los EE. UU. anunciara la apertura de una amplia franja del Golfo de México para prospección de petróleo y gas natural.
A partir del 21 de marzo el Departamento ofertará para arrendamiento unos 312.800 kilómetros cuadrados de los mares adyacentes a la Florida, Texas, Louisiana, Mississippi y Alabama, en el mayor evento de este tipo hasta la fecha, y una importante fuente de ingresos para esa dependencia.
La última vez que hubo una gran operación de perforación en agua profundas en la zona fue en 2012 y 2013, cuando varias compañías internacionales, entre ellas la española Repsol, la malaya Petronas y la rusa Gazprom Neft, utilizaron la plataforma semisumergible Scarabeo 9, construida en China, para buscar petróleo en la Zona Económica Exclusiva de Cuba en el Golfo de México y el Estrecho de la Florida.
Las exploraciones no encontraron crudo comercialmente viable, aunque el gobierno cubano afirma que hay hasta 20.000 millones de barriles de petróleo, así como gas natural, bajo el lecho oceánico del área.
En ese momento hubo preocupación entre funcionarios estadounidenses, ecologistas y profesionales de la industria petrolera (en 2010, una explosión de la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de BP, en el Golfo de México derramó 200 millones de galones de crudo a lo largo de 87 días) respecto a que las normas del embargo sobre exportación de equipos estadounidenses a Cuba pudieran obstaculizar los esfuerzos de limpieza en caso de derrame.
Nuevas reglas implementadas por el Departamento de Comercio bajo la administración Obama aún obligan a las compañías a obtener una licencia especial para exportar a Cuba. No obstante, el Departamento "ve favorablemente" las exportaciones a la isla de equipos "que contribuyan a prevenir la contaminación del aire, tierra y mar de los Estados Unidos y Cuba", afirma Hunt, citado por flkeysnews.com.