El Senado de Brasil aprobó eljueves someter a la mandataria izquierdista Dilma Rousseff a un juicio político, en una decisión histórica en el país sumido en su peor recesión en décadas y en un escándalo de corrupción que ahora deberá enfrentar el vicepresidente Michel Temer.
La votación 55 a favor y 22 en contra termina con más de 13 años de gobierno del izquierdista Partido de los Trabajadores, que surgió del movimiento laboral de Brasil y ayudó a sacar a millones de personas de la pobreza antes de ver a muchos de sus líderes enfrentando investigaciones por corrupción.
Brasil será gobernado ahora por Temer, un político de centro que asume el desafío de maniobrar la crisis tras una recientedécada de prosperidad económica.
Fuegos artificiales resonaron en algunos vecindarios de Brasil después de la votación al final de una sesión de 20 horas en el Senado.
El proceso se inició en diciembre en la Cámara baja del Congreso y es poco probable que Rousseff, una economista y exguerrillera de 68 años, sea absuelta en el juicio que podría durar hasta seis meses.
En las afueras del Congreso en Brasilia, donde se instaló una valla de metal para separar a los manifestantes a favor y en contra de Rousseff, unas 6.000 personas pidieron más temprano la salida de la mandataria. La policía usó gas pimienta para dispersar a los manifestantes, y una persona fue arrestada por incitar a la violencia.
La popularidad de Rousseff, que asumió el poder en el 2011, se desplomó por la larga investigación de una enorme trama de sobornos en la petrolera Petrobras, en momentos en que ella era presidenta de la compañía.
La perspectiva del ascenso al poder de Temer, considerado más amigable para los empresarios, ha hecho subir con fuerza los mercados financieros este año, con la esperanza de que su equipo recorte un enorme déficit fiscal y devuelva la economía alcrecimiento
La ruta al impeachment
El procedimiento de impeachment contra la primera mujer presidenta de Brasil se basa en acusaciones de que cometió un "crimen de responsabilidad" al pedir préstamos a bancos estatales para ocultar déficits presupuestarios durante su campaña a la reelección en 2014 y varios meses de 2015.
Rousseff afirma que es víctima de un "golpe parlamentario" liderado por su exaliado y hoy enemigo Michel Temer, que fue su vice desde 2011 y ahora es el flamante presidente interino de Brasil.
Rousseff sostiene que no cometió ningún crimen que amerite su destitución y que las estrategias contables de las que se le acusa fueron utilizadas anteriormente por varios gobiernos que hoy están en la oposición.
Pero en los hechos el apoyo al impeachment es alimentado por una fuerte desilusión de los brasileños en medio de una profunda recesión económica y revelaciones de una gigantesca red de corrupción liderada sobre todo por políticos del partido en el gobierno, sus aliados y grandes empresarios que se pusieron de acuerdo para robar a la estatal Petrobras.
Enormes protestas callejeras celebradas el año pasado dejaron clara la insatisfacción popular.
Y finalmente, la ruptura de la frágil coalición del gobernante Partido de los Trabajadores con el partido de centroderecha PMDB de Michel Temer dejó a Rousseff aislada. La Cámara de Diputados recomendó el 17 de abril por holgada mayoría (367 votos de 513) el inicio de un juicio político contra Rousseff en el Senado. Este jueves, 55 senadores se declararon a favor de su suspensión, mientras que 22 votaron en contra.
Ahora Rousseff deberá dejar a Temer su despacho en el palacio de Planalto, pero podrá quedarse en la residencia presidencial, el Palacio da Alvorada. Posiblemente su salario será reducido a la mitad, como indica la Constitución.
El juicio político a la presidenta puede tardar hasta seis meses y terminar con su destitución, para lo cual se requieren los votos de dos tercios de los senadores (54).
La alta votación de este jueves a favor del juicio político (55) evidencia las dificultades que tendrá la mandataria para recuperar el poder.
Si Rousseff es destituida, Temer asumirá la presidencia hasta el final de su mandato y la celebración de nuevas elecciones en 2018.