El Tribunal Municipal de Habana del Este condenó este 26 de mayo a los hermanos Esquizander y Erisdel Benítez Moya a 10 meses de privación de libertad por los delitos de resistencia y desacato, respectivamente, en medio de la visita del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a Cuba.
Los jóvenes, integrantes de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fueron arrestados en febrero. Esquizander, el día 1ro. de ese mes, y cuatro días después, Erisbel.
Las detenciones de ambos ocurrieron en el Reparto Mañana de Guanabacoa, La Habana, localidad donde residen junto a su madre Mercedes Moya Isaac, también miembro de la UNPACU.
“Debido a la necesidad tan grande que estamos pasando, ellos tuvieron que salir a vender algunos panes y fueron sorprendidos por el Jefe de Sector, quien les dijo que estaban cometiendo un delito. Cuando llegaron a la casa me lo explican, pero tenían la necesidad de vender o de cambiar estas dos bolsas de panes que les quedaban para poder llevar algo a la mesa”, explicó la madre a Martí Noticias.
“Pero ya el Jefe de Sector los estaba velando, y se los vuelven a encontrar en una parte distante del lugar donde los habían encontrado en horas de la mañana. Él ya estaba allí, acompañado por la inspectora. Esquizander le dice que no está identificado como policía porque no estaba uniformado, entonces se le tira y lo maniata de tal forma que mi hijo obtuvo un certificado médico por lesiones”.
“Cuando Erisdel vio aquel maltrato comenzó a filmar y a gritar que en Cuba no se respetan los derechos humanos, por eso lo cogen y lo sentencian, porque dice el tribunal que ha salido una ley que ya no se puede filmar, y que eso es una falta de respeto, que no podía expresarse en contra del sistema”, relató Moya Isaac.
El nuevo Código Penal prevé sanciones de hasta tres años a quienes insulten a altos funcionarios públicos y tipifica que incurren en delitos de “sedición” a quienes se manifiesten o realicen acciones de “desobediencia civil, propaganda contra el orden constitucional y el estado socialista”.
Durante su detención, las autoridades policiales mantuvieron a Esquizander esposado a un poste de electricidad por dos horas, denunció la activista.
Un video, publicado por la prensa independiente, muestra a Esquizander atado al poste y denunciando que fue arrestado por vender pan para mantener a su familia.
De acuerdo con la información de Moya Isaac, la familia de los opositores no fue avisada del lugar donde se celebraría la vista oral.
Al concluir el juicio, los dos jóvenes fueron trasladados a la prisión habanera Valle Grande, donde ya se encontraban en prisión preventiva.
El grupo Justicia 11J se hizo eco en Twitter del proceso contra los Benítez Moya: “Mientras Josep BorrellF está en La Habana, y al menos 15 presos políticos están en #HuelgaDeHambre, se celebró hoy el juicio a Esquizander y Erisdel Benítez Moya. Ambos forman parte de los diez activistas privados de libertad luego de la entrada en vigor del Código Penal”.
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