Corea del Norte disparó el miércoles un misil balístico desde un submarino hacia el mar, en lo que al parecer se trata de una protesta contra el inicio de los ejercicios militares conjuntos anuales de Corea del Sur y Estados Unidos, dijeron las fuerzas militares surcoreanas.
El misil disparado desde un submarino frente al poblado costero de Sinpo voló aproximadamente 500 kilómetros (310 millas), siendo el vuelo más largo de un misil lanzado desde un submarino de Corea del Norte, dijo en un comunicado el Jefe del Estado Mayor de Corea del Sur. El Comando Estratégico de Estados Unidos señaló que había rastreado el lanzamiento del submarino norcoreano de lo que se presume es un misil KN-11 sobre el Mar de Japón, donde cayó.
Corea del Norte disparó otros dos misiles desde submarinos a inicios de este año, pero se cree que explotaron en el aire después de volar 30 km (18 millas), según funcionarios de defensa surcoreanos.
Que Corea del Norte adquiera la capacidad de lanzar misiles desde submarinos sería un acontecimiento alarmante, porque los misiles disparados desde embarcaciones sumergidas son más difíciles de detectar con anticipación. El comunicado del Comando Estratégico de Estados Unidos señaló que el lanzamiento norcoreano no representaba una amenaza para Norteamérica, pero que las fuerzas armadas estadounidenses "permanecen vigilantes ante las provocaciones norcoreanas".
Los programas de misiles y nuclear de Corea del Norte son una fuente de preocupación regional en materia de seguridad. Expertos externos dicen que Corea del Norte no tiene aún un misil nuclear de largo alcance confiable capaz de llegar al territorio continental de Estados Unidos, pero admiten que ha logrado un avance sostenido en sus programas de armamento y podría algún día conseguir tal arma.
Algunos expertos civiles dijeron que creen que Corea del Norte ya tiene la tecnología para colocar ojivas en misiles de corto alcance, con los que podría atacar Corea del Sur y Japón.
Un comunicado del Comando Estratégico de Estados Unidos señaló que el lanzamiento norcoreano no representaba una amenaza para Norteamérica, pero que las fuerzas armadas estadounidenses "permanecen vigilantes ante las provocaciones norcoreanas".