La superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, Sor Nadieska Almeida, llamó a "mirar de frente" la realidad de la isla, sumida en su peor crisis en décadas, tras las polémicas declaraciones de Marta Elena Feitó Cabrera, la exministra de Trabajo y Seguridad Social en el Parlamento, y el apoyo de los diputados.
"Hemos recibido un nuevo golpe, una humillación más", dijo la religiosa sobre lo ocurrido. La funcionaria, que renunció a su cargo un día después de su presentación, había dicho que en Cuba no existían mendigos, sino personas "disfrazadas de mendigos" hurgando en la basura.
"Públicamente ha mentido, y el peso de sus palabras cae ante una asamblea que las acoge con absoluta complicidad, como si los que estuvieran escuchándola pertenecieran a otra realidad. Es una absoluta desconexión e irresponsabilidad la que han demostrado", comentó.
Asimismo, recordó que en la propia asamblea los presentes tuvieron "la posibilidad de desmentir semejante falacia" y se quedaron callados. "No sé qué duele más, si tanta mentira despiadada o la gravedad de un silencio cruel que oculta lo que es tan visible a los ojos de todos".
Mirar de frente la realidad
Sor Nadieska, una de las voces más críticas al régimen dentro de la iglesia en Cuba, señaló que en la isla, de la pobreza se ha pasado a la miseria.
"Nos han llevado al abismo durante décadas, y ese abismo parece no tener fin. La ministra, los diputados y todo el gobierno de nuestro país tienen la responsabilidad de tanta miseria. Y en medio de esta miseria en la que nos han sumido, continúan con el discurso triunfalista haciendo alarde de logros inexistentes", indicó.
En ese sentido, cuestionó a las autoridades del país por los ancianos que mueren por hambre, por la "angustia de las madres", la escasez de servicios básicos, los constantes apagones, los niños que no pueden descansar y los derrumbes de viviendas que se cobran vidas de familias que no tienen modo de reparar sus casas.
"No tenemos libertad de expresión, nos supera el miedo, nos rinde el hambre, el hastío, la tristeza, la desesperanza… eso nos ha vuelto miserables, violentos, egoístas. Es lo más grave que puede vivir una nación que fue creada para la libertad, el amor, el respeto y la justicia", comentó.
"Ojalá que decidamos mirar de frente, gritar sin miedo la verdad que nos ahoga... Cuba se muere y ustedes tienen en sus manos la responsabilidad de hacer que viva o enterrarla de una vez y por todas", dijo.
En su texto la superiora de las Hijas de la Caridad pide por Cuba, que "no merece esta agonía".
"Pidan perdón, dejen paso a quienes desean una patria verdaderamente digna", apuntó.
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