Las autoridades cubanas ordenaron la suspensión de las actividades escolares, entre otras medidas por el posible impacto del huracán Helene, que aunque se pronostica no tocará tierra en la isla, las bandas exteriores podrían dejar lluvias, inundaciones y daños por el impacto de fuertes vientos.
Las clases recesarán durante este miércoles y el jueves, días en los que el huracán podría causar más estragos a su paso por el occidente cubano, informaron los medios estatales.
En la Isla de la Juventud, las autoridades locales orientaron el regreso a puerto de las embarcaciones pesqueras, la evacuación de los centros de acopio y el traslado del ganado a lugares seguros, así como el adelanto de las cosechas de algunos cultivos como la calabaza y la yuca.
También alertaron sobre la posible suspensión del servicio eléctrico en ese territorio y comunicaron sobre la interrupción del transporte de pasajeros.
En Pinar del Río, donde las lluvias podrían dejar serias inundaciones, se ordenó la distribución y venta de productos de la canasta básica por la libreta de racionamiento y la protección de mercancías recolectadas en almacenes o bodegas, indicó la estatal Prensa Latina. El reporte no precisa qué productos serán distribuidos, de una lista de atrasos en meses recientes.
Vientos con fuerza de tormenta tropical y lluvias intensas afectaban este miércoles partes de la Isla de la Juventud y Pinar del Río. Según el Instituto de Meteorología (INSMET), los vientos pueden extenderse hasta Artemisa, aunque en esa provincia y el resto de la porción occidental de la isla, hay menos probabilidades de afectaciones por la irrupción de Helene.
El impacto de los huracanes es severo en la isla, donde los damnificados esperan durante años para recuperar las viviendas afectadas y la economía sufre por la pérdida de las cosechas, entre otras consecuencias.
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