El régimen cubano suspendió las visitas durante seis meses al preso de conciencia Eduardo Cardet, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), que permanece en prisión desde el 30 de noviembre de 2016.
“Hoy 26 de mayo acudimos a la prisión de Cuba Sí, a la visita que estaba prevista, la madre de Eduardo, su hermana, mis hijos y yo, y nos impidieron verle, alegando las autoridades de la prisión que Eduardo tiene suspendidas las visitas durante seis meses, como represalia a las “informaciones falsas” que, según ellos, la familia está difundiendo”, denunció este domingo Yaimaris Vecino, esposa de Cardet.
“Esta es una nueva arbitrariedad contra Eduardo y temo seriamente por su integridad física”, advirtió la esposa del preso político.
El próximo día 30 de mayo, Cardet, médico de profesión, cumplirá un año y medio de condena. Es el Coordinador Nacional del MCL, cargo que ocupa tras la muerte en 2012 de Oswaldo Payá.
“Ha sido secuestrado por la Junta económico-militar cubana, acusado de un falso delito para evitar su labor como líder del MCL, en especial la campaña Un cubano, un voto, una demanda que se la sido entregada a gran número de diputados de la asamblea Nacional del Poder Popular”, manifestó desde Madrid a Martí Noticias Carlos Payá, representante del MCL en España.
“Nuestro líder Cardet está enfermo, lo han golpeado e intentado asesinar. Su familia está desamparada, también ha sido acosada, pero aún así nunca han pedido nada, sólo que se haga justicia. Hoy mismo, le han suspendido las visitas durante 6 meses".
"Han sido muchas las personas e instituciones, entre ellos el senador cubanoamericano Marco Rubio, que se han interesado por él y han denunciado su injusta prisión y el maltrato que Cardet está resistiendo, pero el régimen lo mantiene como un rehén, por atreverse a disentir y enfrentársele, al igual que al resto de presos políticos cubanos”, subrayó Payá, hermano de Oswaldo Payá, fundador del MCL.
“El régimen se siente impune, pues goza del beneplácito de la comunidad internacional, especialmente de la Unión Europea que a diferencia de Venezuela ha reconocido unas votaciones, que no elecciones, para que la casta comunista millonaria continúe reprimiendo y enriqueciéndose con la complicidad de empresas que se aprovechan de la falta de derechos de los cubanos. Los cambios en la cúpula del poder han sido sólo nominales, pues la represión continúa. Y el caso de Cardet, por cuya vida tememos, es un ejemplo”, concluyó Payá Sardiñas.