La líder opositora de Birmania (Myanmar) y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, culminó hoy su histórica visita a China con un agradecimiento por la atención a los refugiados birmanos del conflicto entre la guerrilla kokang y el
Ejército birmano, del que se declaró un alto el fuego esta semana.
Suu Kyi visitó este fin de semana la provincia de Yunnan y allí se reunió con el líder del Partido Comunista, Liu Jiheng, al que agradeció la ayuda prestada a las decenas de miles de refugiados birmanos, según publicó el diario local "Yunnan Daily".
Este medio oficial es el único que desvela algún detalle de los últimos días de viaje de la Nobel de la Paz, que el Gobierno chino ha mantenido en el más absoluto secretismo sin dejar que la prensa extranjera conociera la agenda de la líder opositora.
La conocida como "la Dama" visitó Yunnan por ser precisamente la región fronteriza de China con Birmania, que se ha visto afectada por el conflicto vivido en el norte de su país durante los últimos cuatro meses.
Pekín consiguió esta semana forzar un alto el fuego, declarado por la guerrilla de los kokang, comunidad que comparte etnia con la mayoría de China, en respuesta a las "intensas peticiones" de los líderes chinos y coincidiendo con la visita de Suu Kyi al gigante asiático.
Además de Yunnan, la líder opositora también mantuvo una reunión empresarial en Shanghái, de la que no trascendieron detalles.
Antes de las elecciones que celebrará Birmania a finales de año, donde algunos sondeos dan como ganador al partido de Suu Kyi -la Liga Nacional para la Democracia (LND)-, la líder opositora manifestó en diversas ocasiones su interés de "estrechar la relación" con Pekín.
La potencia asiática ya no dispone de la misma influencia que ejerció en el país vecino durante los años de Gobierno de la Junta Militar (finales de los 60 hasta 2011), periodo en el que Suu Kyi pasó 15 años privada de libertad y en el que el régimen birmano sólo contaba prácticamente con el apoyo de Pekín.
Precisamente por su pasado y por el galardón que recibió por su lucha por la democracia en Birmania, organizaciones de derechos humanos se mostraron hoy "decepcionadas" por que Suu Kyi no abogara públicamente por la liberación del único Nobel de la Paz en prisión, Liu Xiaobo.
"Como Nobel, Suu Kyi tiene la obligación moral de hablar por su compañero galardonado Liu Xiaobo, el único premio Nobel de la Paz que se está pudriendo en la cárcel", denunció a Efe Frances Eve, investigadora de la ONG Defensores de los Derechos Humanos en China, una de las organizaciones más activas en el país.
Eve consideró que el hecho de no defenderle públicamente durante su viaje a China "mina su legitimidad como líder democrática y envalentona al Gobierno chino para seguir silenciando a críticos sabiendo que no se tendrá que enfrentar a la condena internacional".
Los defensores de los derechos humanos esperan que, "al menos", "la Dama" sí hablara de ello en privado durante su encuentro con el presidente chino, Xi Jinping, que la recibió con honores de jefa de Estado el pasado jueves.