Las formas que el gobierno cubano utiliza para controlar las colas y evitar negocios ilícitos alrededor de las mismas es desproporcionada y persigue otros objetivos que van más allá de poner orden en las interminables filas, dijeron a Radio Televisión Martí activistas y periodistas en la isla.
Para controlar las colas, los coleros y los revendedores, el gobierno cubano ha lanzado a la calle a miles de efectivos de la policía, funcionarios gubernamentales, miembros de las Fuerzas Armadas y elementos de las llamadas organizaciones de masas.
Desde Camagüey, el periodista Henry Constantín considera que se trata de una fuerza gubernamental totalmente desproporcionada.
“El hecho de usar las Brigadas de Respuesta Rápida para actuar contra los coleros, para “persuadirlos” - ya sabemos la manera en que persuaden las autoridades cubanas- no es más que el ejercicio del único lado del cerebro que ellos saben usar, que es el lado represivo”, dijo el creador de La Hora de Cuba.
Pero esta desproporción tiene un objetivo claro para el gobierno, advierte el activista Hildebrando Chaviano: “Ellos temen que esto se les pueda convertir en una especie de revuelta. Temen que una chispa en una cola pueda terminar en una revuelta más grande”.
El gobierno también le echó mano a la tecnología con el fin de controlar las colas y ha implementado la aplicación digital Porter@, capaz de saber cuántas colas una persona hace.
Yoani Sánchez, directora del diario 14ymedio, dijo que esta aplicación fue creada en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y que se usa desde hace algunos meses.
Los creadores dicen que la app permite escanear con un smartphone el código QR del carné de identidad, conocer todos los detalles de esa persona y almacenar la información en una base de datos donde puede determinarse cuántas veces compró un cliente.
El control sobre las coleros y revendedores llega incluso a las tiendas Cimex a las que también le han impuesto restricciones.
El conglomerado de establecimientos del consorcio militar Grupo de Administración Empresarial S.A (GAESA) activó "acciones de supervisión y control" y una lista de prohibiciones a sus empleados como reservar a clientes productos y mercancías, vender mercancías fuera del horario establecido, vender productos con garantías o propiedades en blanco y sin presentación del carné de identidad, que los trabajadores compren productos en las tiendas donde laboran y que divulguen información sobre productos en existencia en los almacenes.