El científico Ariel Ruiz Urquiola fue trasladado este lunes de una sala penal a una civil, en el hospital provincial de Pinar del Río, Abel Santamaría, donde se encuentra en delicado estado de salud producto de la huelga de hambre y sed que iniciara desde hace 17 días en la prisión.
Isabel Urquiola informó a Radio Martí que la tarde de este lunes se presentaron en su casa dos oficiales, “una psicóloga y un señor que atiende prisiones”, quienes le comunicaron del traslado inmediato de su hijo a una sala civil y que sería “liberado por su estado de salud”.
“Nos hicieron un interrogatorio a mi hermana, que está conmigo aquí, y a mí. Ellos dicen que estaban buscando la posibilidad de una ayuda para ver si Ariel salía de este estado (en ayuno) y yo le dije, le repetí y le volví a repetir que la única posibilidad era que él viera un haz de luz en el proceso porque estaba castigado injustamente, y que él estaba dispuesto a todo porque no quería seguir cumpliendo una prisión por una causa que sabía que no había cometido”, dijo en entrevista con Yolanda Huerga.
Revisión de causa y posible liberación
El oficial le aseguró que a Ruiz Urquiola “se le haría una revisión de causa”. “Yo le insistí mucho a ellos en la revisión de causa. En que el proceso de apelación había sido injusto también”.
La madre del doctor en ciencias biológicas considera que el cambio de situación de su hijo probablemente se deba a las denuncias que a nivel internacional ha ido acumulando el caso.
El joven investigador fue condenado a un año de privación de libertad, pena máxima para el supuesto delito de “desacato”, una figura delictiva bajo la cual el régimen cubano ha encarcelado a muchos de sus opositores. Desde entonces sus familiares, amigos, grupos disidentes, instituciones religiosas y organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional, han exigido al régimen de la isla su “liberación inmediata” por considerarlo un “prisionero de conciencia”.
“La presión que hizo fue muy grande. Le estoy muy agradecida a ustedes y a todas las personas que han tenido de ver con nosotros y que nos han ayudado”, expresó.
Isabel Urquiola supone que su hijo permanezca hospitalizado unos días más.
“Son 17 días hoy (huelga de hambre y sed). Yo pienso que él tenía que recuperarse unos días en un hospital para que después pueda tener su alimentación normal hasta que su organismo vaya recuperando lo que ha perdido”.
Cuando lo vea libre, entonces está libre
Mientras que Omara Ruiz Urquiola no da por un hecho la liberación del biólogo “hasta tanto no lo vea con mis ojos”, dijo a Radio Martí.
“A mi mamá le dijeron que por su estado de salud está liberado (…) Cuando yo lo vea libre, entonces está libre. Porque lo que tenemos hasta ahora es la palabra de ellos nada más”, manifestó.
“Está en la sala Ñ, de recuperación, de tránsito, sala civil, a donde puede verlo todo el mundo. Así que yo salgo por la madrugada con Oscar Canasella (científico amigo de la familia) para la sala Ñ”.
La hermana del biólogo señaló que unas pocas horas antes de recibir la noticia, ella había estado en el hospital “y no me dejaron verlo”.
La joven profesora aseveró que “el teniente coronel Navia, que es uno de los jefes de la prisión provincial, se lo dijo a mi mamá. Ahora, yo lo voy a comprobar con mis ojos. Hasta que yo no lo vea libre realmente no sabemos. Pero él le dijo a mi mamá que estaba libre. De hecho ya él se iba de la finca y viró para atrás y le dijo ‘su hijo ha sido liberado por su estado de salud’”, concluyó.
Antecedentes
Antes de ser condenado a prisión, el biólogo había manifestado públicamente su desacuerdo con prácticas erróneas de las autoridades de la isla, como la tala indiscriminada de árboles, la caza de especies en extinción y la contaminación de las fuentes acuíferas en el Valle de Viñales (Pinar del Río), declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad desde 1999.
Su tesis doctoral sobre la identidad genética de las tortugas marinas puso en evidencia malos manejos y violaciones del desaparecido Ministerio de la Industria Pesquera de Cuba. En noviembre de 2016 protagonizó una huelga de hambre y sed para protestar por la falta de medicamentos para enfermos de cáncer, entre ellos su hermana.
Antes de ser enjuiciado el 8 de mayo, en un proceso casi sumario, Ruiz Urquiola fue desalojado de un terreno en Viñales, que había obtenido en usufructo y donde trabajaba en un proyecto de protección y desarrollo de especies.
El padre del científico, Máximo Omar Ruiz Matoses, un ex alto oficial del ejército cubano que cumplió 17 años de cárcel por desafiar al régimen castrista y luego se exilió en España, asegura que lo que sufre su hijo es una venganza por el antecedente familiar.
A los pocos días de que Ariel Ruiz Urquiola iniciara el ayuno en un campamento penitenciario Cayo Largo al que había sido traslado, supuestamente en un “régimen abierto”, derecho que le negaron y unos de los móviles de la huelga, entonces fue regresado a la prisión Kilo 5, donde Según sus familiares, este retorno fue una represalia del régimen. Finalmente fue conducido del policlínico de la prisión al hospital provincial, donde actualmente se encuentra.
Informe de Amnistía Internacional (AI)
En su informe AI ha solicitado la liberación inmediata del joven investigador por considerarlo un preso conciencia, “encarcelado únicamente por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión”.
El documento pide que las autoridades cubanas se aseguren de que "en espera de su liberación” el doctor en ciencias biológicas “no sea maltratado, intimidado o amenazado”.
La organización, además, ha instado al régimen de La Habana a garantizar “el derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación, incluidas las voces críticas”, así como a derogar las “leyes que limitan indebidamente estos derechos” en el país.
(Con reporte de Yolanda Huerga y archivo de Martí Noticias)