Tres jóvenes cubanos acaban de cumplir el sueño de ampliar sus conocimientos informáticos en Estados Unidos. Gabriela Rodríguez, Raúl Perera y Gabriel García finalizaron esta semana una beca de un mes de duración en Nueva York en el programa "Innovadores" del Departamento de Estado norteamericano.
Este programa les ha permitido compartir experiencias y colaborar en los proyectos de varias empresas de reciente creación que se desarrollan en las instalaciones de Grand Central Tech, un inmenso laboratorio de ideas en el que nacen algunas de las empresas informáticas que triunfarán en los próximos años.
Estos tres estudiantes de 16 años accedieron a la beca desde Cuba, donde se informaron del proyecto y enviaron las solicitudes para participar en el programa que financiaba un cazador de talentos estadounidense. Según cuenta en Yahoo uno de ellos, pese a no tener apenas acceso a internet, consiguieron enterarse de que sólo tenían que responder a un conjunto de 15 preguntas, hacer un pequeño escrito en español o inglés y enviar su solicitud a través de un documento Google.
Una vez que lo hicieron, fueron reclutados para vivir una experiencia única para los cubanos en esta incubadora tecnológica. Semanas más tarde, los tres estaban viajando a Estados Unidos para recibir conocimientos de lo que se necesita para crear empresas tecnológicas de éxito.
Uno ha estado colaborando con los desarrolladores de una web que permitirá crear etiquetas para alimentos online y con un diseño más comprensible para los consumidores. Otro, ha contribuido al nacimiento de otra compañía de internet que ofrecerá un sistema de aprendizaje de lenguajes de código informático para que los jóvenes puedan acceder a puestos de trabajo que demanden este tipo de servicios. El tercero de ellos participó en un sistema para que las empresas puedan convertir toda la información científica y relacionada con la salud que les llega en datos más comprensibles.
Sus experiencias las recoge también un vídeo grabado por este laboratorio de ideas.
Aunque cada uno eligió un proyecto para realizar su aprendizaje, en Nueva York tuvieron la oportunidad de estar en contacto con las 18 nuevas empresas que se gestan en este centro. Entre ellas, con ideas tan innovadoras como una aplicación que permite a las mujeres programar sus citas médicas en el teléfono, otra que facilita el pago con la moneda virtual Bitcoin o la que desarrolla un sistema de licencias y distribución para contenidos 3D.
Como cuenta Raúl Perera, la principal diferencia entre Cuba y Estados Unidos no es el ingenio, sino las facilidades para trabajar y la infraestructura: "Aquí, si no respondes a un texto dos segundos, es probable que te despidan", mientras que "en Cuba ni siquiera puedes consultar tu correo electrónico en casa". Con una tasa de acceso a internet de sólo un 5%, es lógico que estos jóvenes se sorprendan de cómo la tecnología ayuda a las empresas en la era digital.
Sin embargo, su paso por este taller de ideas en Nueva York no pretende quedarse simplemente en una experiencia. Gracias a su mecenas, Miles Spencer, los tres panean ahora crear una factoría de innovación para que los cubanos puedan interactuar con los proyectos que se trabajan en Estados Unidos.
Antes de regresar a la isla, presentaron su proyecto en un auditorio y explicaron que su intención es crear en Cuba un "espacio abierto" como el de Grand Central Tech en el que convivan expertos y aprendices, que trabajarían juntos para resolver problemas de la isla con la tecnología.