La cancillería europea aseguró que sigue “con la mayor atención” la “importante” huelga de hambre en Cuba del Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo Guillermo Fariñas, y que ha “tomado contacto con los principales actores implicados, incluyendo las autoridades cubanas”.
Lo anterior aparece en la respuesta a una carta enviada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos con sede en Madrid a Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea.
Por encargo de la señora Mogherini, la respuesta fue redactada y firmada por Aldo Dell’Ariccia, Jefe de la División de México, Centroamérica y el Caribe en el Servicio Europeo de Acción Exterior.
Revela el diplomático que “hemos expresado nuestra posición en diversas formas y ocasiones a dichos actores, haciendo especial hincapié en nuestra inquietud y preocupación por la salud y el bienestar del Señor Fariñas”, tanto a través de la delegación de la UE en La Habana “como a través de nuestros servicios centrales”.
Asegura Dell’Ariccia que “la UE está firmemente comprometida con la defensa y la protección de los Derechos Humanos en todos los países del Mundo, y en el marco de ese compromiso continuamos nuestra decidida acción global en favor de dichos Derechos, incluyendo en Cuba, entre otros a través de nuestros Diálogos sobre Derechos Humanos”.
A fines de de julio en una carta a Mogherini, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos había instado a la Unión Europea a hacer del respeto a los derechos humanos una condición irrenunciable para avanzar en su acuerdo de diálogo político y cooperación con Cuba, “ante la persistencia de la violenta represión, las detenciones arbitrarias, y los allanamientos y confiscaciones en Cuba, que motivaron a más de 20 activistas, entre ellos Fariñas, a declararse en huelga de hambre".
En entrevista con Martí Noticias este martes, el ex preso de conciencia y director del Observatorio, Alejandro González Raga, consideró positiva la respuesta de la cancillería europea, al tiempo que abogó por que todos los actores internacionales que están comprometidos con una apertura hacia Cuba condicionen un mayor progreso de la misma a un mejoramiento de la situación de los Derechos Humanos en la isla.