Sólo siete minutos necesitó Lionel Messi para complacer a los miles de fanáticos que fueron a verlo al DRV PNK Stadium de Fort Lauderdale y estoicamente soportaron una hora y media de retraso para el inicio del partido, a causa de la lluvia.
Valió la pena la espera para disfrutar de una obra de arte con la que Messi abrió el marcador en el triunfo del Inter Miami 3-1 sobre el Orlando City, para avanzar a octavos de final de la Leagues Cup.
El finlandés Robert Taylor atacó por la izquierda y arrastró hacia él a la defensa, mientras Messi se escabullía y quedaba desmarcado frente a la puerta.
Taylor lo vio y se la puso como tirada con la mano, que el argentino bajó de pecho y sin que tocara el suelo, fusiló al guardameta de Orlando, Pedro Gallese, y envió el balón de zurda a las redes.
Diez minutos más tarde, los visitantes conseguían la igualada, en una jugada elaborada a partir de un tiro de esquina.
El uruguayo Mauricio Pereyra cobró el córner, pero no pateó al área, sino que le pasó en corto al colombiano Iván Angulo, quien se metió en el área, cambió a derecha y disparó rasante a la izquierda de Drake Callender.
El arquero de Miami logró rechazar el disparo, pero la pelota rebotó hasta los pies del uruguayo César Araújo, quien no perdonó y puso el 1-1 en la pizarra.
Fue una de las pocas oportunidades del Orlando City en el partido, dominado por el Inter la mayor parte del tiempo y con amenazas constantes a la puerta de Gallese.
En la segunda parte, el venezolano Josef Martínez recibió una discutible falta del brasileño Antonio Carlos dentro del área y el árbitro, el salvadoreño Iván Barton, decretó el penal.
Contrario a lo que pensaba y quería la gran mayoría de los presentes, no fue Messi, sino el propio Martínez, el que cobró el tiro, perfectamente ejecutado, rasante y al ángulo, para el 2-1.
El venezolano agradeció el gesto y más adelante se lo devolvía con creces.
Al minuto 62 se producía el esperado debut, como sustituto de Noah Allen, del español Jordi Alba, otro de los viejos amigos de Messi de los tiempos del Barcelona y la más reciente adquisición del equipo de David Beckham y los hermanos Mas Santos.
Al minuto 72, Miami pondría cifras definitivas en la pizarra, cuando Taylor se fue por la izquierda en un contrataque iniciado por Sergio Busquets desde el mediocampo y recibió pase de La Pulga.
El finlandés frenó, esperó a que Martínez llegara al área y se la sirvió en bandeja, pero el venezolano, a pesar de su clara posición para anotar, optó por cedérsela al capitán, quien marcó, esta vez de derecha, el tercer gol de Miami y su quinto en tres partidos.
Lo más llamativo es la rápida y perfecta compenetración que ha logrado Messi con sus nuevos compañeros, principalmente con Martínez y Taylor, con quienes ya forma un tridente ofensivo letal.
El rival en octavos de final será el Dallas FC en el Toyota Stadium de Frisco, Texas.
Esa será la primera presentación fuera de casa de Messi, desde que llegó a Miami y con su magia, transformó al Inter en un equipo ganador.
El partido será el próximo domingo y desde ya, los boletos están casi agotados, a exorbitantes precios que fluctúan entre los 700 y los 1,500 dólares.
Y es que todos quieren ver a Messi, quien vino no sólo a revolucionar al Inter Miami, sino a cambiar, quizás para siempre, la manera en que se percibe el fútbol en Estados Unidos.
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