El Equipo de Investigación e Identificación, IIT, de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, concluyó este miércoles que hay motivos razonables para creer que el 4 de febrero de 2018, en Saraqib, Siria, la Fuerza Aérea de esa nación dejó caer un cilindro que contenía cloro y se dispersó en una gran área.
Este acto impuso un sufrimiento deliberado e inconcebible a las víctimas sirias, según el informe.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dice que este último hallazgo no debería sorprender a nadie. El régimen de Assad es responsable de innumerables atrocidades, algunas de las cuales llegan al nivel de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. El régimen ha respondido constantemente con muerte y destrucción a los llamamientos del pueblo sirio a la reforma y el cambio.
Estados Unidos está de acuerdo con las conclusiones citadas en este informe de la entidad de Naciones Unidas y continúa evaluando si el régimen de Assad retiene suficientes químicos para usar sarín, producir y desplegar municiones de cloro y desarrollar nuevas armas químicas.
Estados Unidos condena el uso de armas químicas por cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento.
Según EEUU todas las naciones responsables deben solidarizarse contra el despliegue de armas químicas preservando la norma mundial contra dicho uso; y "debemos estar dispuestos a responsabilizar al régimen de Assad" por usar dichas armas.