Después de haber sido amenazada por sus superiores en la Oficina del Historiador de La Habana, la curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo fue despedida el jueves por haber impartido una conferencia sobre arte independiente y sobre la obra de Luis Manuel Otero Alcántara en la Embajada de la República Checa en Cuba.
“Me explican que yo había violado la orden de mis jefes, y por lo tanto estaba incurriendo en una de las indisciplinas más graves que se podían tener en un puesto laboral”, le dijo el viernes Genlui Hidalgo a la periodista de Radio Martí Ivette Pacheco.
La presunta violación: a pesar de que el miércoles 11 de diciembre le advirtieron que si ofrecía la charla en la sede diplomática checa la sancionarían por cometer una indisciplina grave, la especialista dio la conferencia a la hora indicada, 5:30 de la tarde de ese mismo día. O sea: fuera de su horario laboral.
“Ellos fueron claros conmigo y me dijeron que no podía dar la conferencia, y yo también fui clara con ellos y les dije que sí se iba a realizar la conferencia”, manifiesta la curadora, que forma parte del Movimiento San Isidro.
Otero Alcántara tenía previsto participar en la charla, pero ese día estaba detenido en uno de los tantos arrestos de que ha sido objeto y lo liberaron cuando faltaba poco para que empezara la conferencia.
Le notificaron la expulsión sus jefes inmediatos: Katia Cárdenas, directora del Departamento de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador, y Michael González, director general de Patrimonio Histórico. Como historiador de La Habana, Eusebio Leal es la máxima autoridad de la institución.
“Yo no quería cancelar la conferencia, ni lo iba a hacer”, declaró Genlui Hidalgo en la conversación con Radio Martí. “Me parece totalmente injusto. Si mi Factoría responde a mis intereses profesionales, dar la charla y sobre todo defender el arte independiente en Cuba también responde a mis intereses profesionales”.
Se refiere a Factoría Habana, la galería de arte administrada por la Oficina del Historiador de la ciudad, en la cual ella era la especialista principal, “que en la práctica equivale a asumir la dirección del centro”.
De acuerdo con las normas disciplinarias que han invocado para despedirla, los funcionarios y especialistas de la Oficina del Historiador de La Habana no tienen libertad para comunicarse con personal diplomático ni para coordinar actividades en embajadas.
Le dijeron que estaba obligada a notificar a las autoridades correspondientes si recibía una invitación por parte de algún miembro del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, explica Genlui Hidalgo.
“Sucede que yo no recibí en ningún momento ninguna invitación de la Republica Checa”, dice la historiadora de arte. “La Republica Checa colabora conmigo y me ofrece el espacio para organizar estos eventos, que tendrán continuidad y en los cuales llevo trabajando ya hace algún tiempo: soy la curadora y también la coordinadora general”.
Desde que se graduó como historiadora de arte en la Universidad de La Habana en 2016, Genlui Hidalgo ha estado vinculada a la Oficina del Historiador de la ciudad.
“Primero trabajé en la Casa Oswaldo Guayasamín durante un año, adiestrándome como museóloga, y después, tratando de nutrir mis intereses profesionales, pasé a Factoría Habana, considerado uno de los centros de arte contemporáneo más importantes del país en este momento”, relata la curadora.
Empezó allí en 2017, y a los pocos meses la promovieron a especialista principal por su buen trabajo. Aunque ella funge como directora en el día a día, la que dirige el Proyecto Factoría Habana es la Doctora en Arte Contemporáneo Concha Fontenla, una española radicada en Cuba hace 25 años, explica.
“Factoría Habana significa mucho para mí, y siempre he mantenido un compromiso incuestionable con la institución, a pesar de mi trabajo independiente y de mis intereses como parte del Movimiento San Isidro”, declaró Genlui Hidalgo.