Posiblemente se utilizaron armas químicas en cuatro lugares de Siria este año, además del ataque confirmado cerca de Damasco perpetrado en agosto que obligó al gobierno a deshacerse de su arsenal químico, dijeron el jueves inspectores de la ONU en un reporte.
Los expertos de la ONU en armas químicas, dirigidos por el profesor suizo Ake Sellstrom, examinaron siete presuntos ataques con armas no convencionales y señalaron que falta información para corroborar las acusaciones en dos sitios.
El reporte no determinó si el gobierno o la oposición eran responsables por los ataques con agentes químicos.
El informe señaló que la evidencia apunta a que se utilizaron armas químicas en Jan al Assal, en las afueras de Alepo; en Jobar, en los suburbios orientales de Damasco; en Saraqueb, cerca de Idlib en el noroeste; y en Ashrafiah Sahnaya, en la campiña capitalina. En dos casos se encontraron "vestigios de sarín".
El gobierno y la oposición se acusan entre sí de utilizar armas químicas en Jan al Assal y el reporte señala que ninguna de las dos partes en Siria negó su uso en ese poblado. Las acusaciones de armas químicas en Jobar y Ashrafiah Sahnaya las hizo el gobierno sirio, mientras que Francia y Gran Bretaña sospecharon sobre Saraqueb.
Sellstrom emitió un reporte inicial el 16 de septiembre que sacó en conclusión que la evidencia recolectada en Guta, en el área metropolitana de Damasco, luego del ataque ocurrido el 21 de agosto proporcionó "prueba clara y convincente que se utilizaron cohetes tierra-tierra que contenían el gas neurotóxico sarín". Varios videos de aficionados mostraban a decenas de personas con dificultad para respirar y cadáveres alineados, y el gobierno estadounidense calculó que fallecieron más de 1.400 personas.
El uso confirmado de armas químicas en Guta, y la amenaza de una posible acción militar de Estados Unidos, condujo a un acuerdo entre Rusia y el gobierno estadounidense para eliminar las armas químicas de Siria. El proceso para sacar de Siria los químicos que pueden utilizarse para fabricar armas no convencionales está actualmente en marcha.
Sellstrom entregó el informe el jueves al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien pidió la eliminación de esas armas mortales no sólo en Siria, sino en todas partes.
El reporte será enviado a los miembros del Consejo de Seguridad de la institución. Ban dijo que hablaría el viernes ante la Asamblea General de 193 miembros y el lunes ante el consejo sobre los hallazgos del reporte.
Los expertos de la ONU en armas químicas, dirigidos por el profesor suizo Ake Sellstrom, examinaron siete presuntos ataques con armas no convencionales y señalaron que falta información para corroborar las acusaciones en dos sitios.
El reporte no determinó si el gobierno o la oposición eran responsables por los ataques con agentes químicos.
El informe señaló que la evidencia apunta a que se utilizaron armas químicas en Jan al Assal, en las afueras de Alepo; en Jobar, en los suburbios orientales de Damasco; en Saraqueb, cerca de Idlib en el noroeste; y en Ashrafiah Sahnaya, en la campiña capitalina. En dos casos se encontraron "vestigios de sarín".
El gobierno y la oposición se acusan entre sí de utilizar armas químicas en Jan al Assal y el reporte señala que ninguna de las dos partes en Siria negó su uso en ese poblado. Las acusaciones de armas químicas en Jobar y Ashrafiah Sahnaya las hizo el gobierno sirio, mientras que Francia y Gran Bretaña sospecharon sobre Saraqueb.
Sellstrom emitió un reporte inicial el 16 de septiembre que sacó en conclusión que la evidencia recolectada en Guta, en el área metropolitana de Damasco, luego del ataque ocurrido el 21 de agosto proporcionó "prueba clara y convincente que se utilizaron cohetes tierra-tierra que contenían el gas neurotóxico sarín". Varios videos de aficionados mostraban a decenas de personas con dificultad para respirar y cadáveres alineados, y el gobierno estadounidense calculó que fallecieron más de 1.400 personas.
El uso confirmado de armas químicas en Guta, y la amenaza de una posible acción militar de Estados Unidos, condujo a un acuerdo entre Rusia y el gobierno estadounidense para eliminar las armas químicas de Siria. El proceso para sacar de Siria los químicos que pueden utilizarse para fabricar armas no convencionales está actualmente en marcha.
Sellstrom entregó el informe el jueves al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien pidió la eliminación de esas armas mortales no sólo en Siria, sino en todas partes.
El reporte será enviado a los miembros del Consejo de Seguridad de la institución. Ban dijo que hablaría el viernes ante la Asamblea General de 193 miembros y el lunes ante el consejo sobre los hallazgos del reporte.