Aunque la dictadura que gobierna Cuba hace seis décadas parece haber acabado con los sueños de libertad, “en cualquier momento el pueblo cubano nos va a dar una sorpresa”, dijo el jueves en Miami el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
“El pueblo cubano desgraciadamente sufre hace 60 años una dictadura terrible que parece haber destruido las raíces [a favor de la libertad, a favor de la democracia]; yo creo que no, yo creo que esas raíces están allí, y que en cualquier momento el pueblo cubano nos va a dar una sorpresa”, declaró Vargas Llosa entrevistado por el periodista de Radio Televisión Martí Ricardo Quintana.
“Así como nos la ha dado Chile, yo creo que la sorpresa nos la va a dar Cuba en cualquier momento”, manifestó el escritor peruano.
No se sabe exactamente qué es lo que ocurre en Cuba, dijo el autor de La ciudad y los perros; da la impresión de que la represión ha sido tan fuerte que el país está como en un compás de espera.
Declaró también no estar al tanto del caso del opositor pacífico José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), bajo arresto sin garantías legales desde el 1 de octubre junto a otros tres miembros de la organización: Roilán Zárraga Ferrer, José Pupo Chaveco y Fernando González Vaillant.
No tiene dudas de que los gobiernos de Cuba y Venezuela han tenido que ver con las recientes convulsiones sociales en Chile, Ecuador y Colombia.
“Sin ninguna duda, sin ninguna duda”, dice. “En el caso de Colombia, clarísimamente hay una intromisión. En el caso de Bolivia ha sido muy interesante, porque la intromisión estaba allí, pero los bolivianos han conseguido liberarse de ella, y creo que eso es muy positivo para la democracia en Bolivia, desde luego, y para el resto de América Latina”.
Es una demostración de que uno puede liberarse la mala influencia de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los cuales califica de “la mancha más oscura” de Latinoamérica en estos momentos, porque son dictaduras ideológicas.
“Tenemos conciencia clara de que hay una mayoría de las poblaciones, sobre todo en Nicaragua y en Venezuela, que están en contra, que quieren una democratización del sistema”, declaró Vargas Llosa.
El autor, que presentó el miércoles en el Recinto Wolfson, del Miami Dade College, su nueva novela Tiempos recios, afirma tener más optimismo que pesimismo con respecto al resto de América Latina.
“Tengo la impresión de que el viejo sueño guerrillero ha muerto; que hoy en día se sabe que ese no es el camino si se quiere salir del subdesarrollo”, manifestó Vargas Llosa. “La opción es la opción democrática, la libertad, la coexistencia en la diversidad, y creo que ese es más o menos el rumbo que están tomando los países de América Latina más lúcidos, más conscientes de lo que está en juego”.
No es lo mismo
No cree que las convulsiones sociales en Chile, Colombia y Ecuador sean lo mismo.
“Lo que ha ocurrido en Chile son unas clases medias que han encontrado un techo, y que entonces sienten que sus anhelos de progreso se han visto frenados, y que eso los ha llevado a criticar el sistema; pero esa es más bien una reacción de clases medias”, respondió Vargas Llosa a una pregunta de Quintana.
En Ecuador y en Bolivia la reacción ha sido más popular.
“Claramente es una reacción en contra de un sistema que no estimula el desarrollo, la prosperidad, la libre competencia”, agrega. “Creo que la solución de esos problemas va por allí, y que es una solución que tiene, digamos, un contenido profundamente democrático”.
Los grandes problemas de las democracias en América Latina son la corrupción y el populismo, asegura.
“La corrupción es un problema muy serio que hay que atacar con severidad, y en segundo lugar el populismo, que está muy presente en México, por ejemplo”, declara el escritor peruano.
Pero hechas las comparaciones, cree él, América Latina está “mucho menos mal” en el presente de lo que estaba hace unos pocos años.
“El caso de Chile nos ha sorprendido a muchísimos latinoamericanos que veíamos en Chile un modelo a seguir y, sin embargo, digamos, el modelo no era perfecto; es una demostración de que el modelo no era perfecto”, dijo. “Ahora, que ha habido intromisión, seguramente, pero no creo que sea lo fundamental”.