El Gobierno de Venezuela asumió el control de la cadena privada de supermercados Día a Día, al acusarla de "guerra económica” y tras una orden directa del presidente Nicolás Maduro, aunque no precisó que se tratara de una expropiación ni la duración de la medida.
Según dio a conocer Maduro en un comunicado retransmitido por televisión, "Pdval asume todos los servicios de esta red que le estaba haciendo la guerra al pueblo”. Sin embargo no se refiró al nombre de la cadena, si bien los citados supermercados habían sido objeto de una intervención gubernamental y su director general, Manuel Morales, declarado formalmente preso el viernes acusado de "boicot y desestabilización" de la economía.
La empresa intervenida se defendió hoy sábado en un comunicado en el que señala que "Día Día no ha incurrido en acaparamiento. Día Día no ha incurrido en boicot", a lo que añade que "Día Día Practimercados es una cadena de 35 pequeñas tiendas a nivel nacional, dedicada a servir a los sectores populares del país, ofreciendo en un ambiente digno productos de la cesta básica a precios justos”.
Días antes, autoridades civiles y militares tomaron los supermercados para supervisar la venta de alimentos y otros productos, así como sus existencias. La situación a partir de ahora, según fuentes gubernamentales, es que la orden será ejecutada por la Superintendencia de Precios Justos para que la cadena pase a control de la red estatal Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval).
Al igual que los supermercados, la cadena privada Farmatodo especializada en la venta de medicinas, higiene personal y alimentos básicos, también fue intervenida por el gobierno venezolano. Tanto los directivos de Día a Día como de Farmatodo han sido detenidos e interrogados por el Servicio Bolivariano de Inteligencia y acusados por la fiscalía de intentar desestabilizar la economía.
Estas acciones forman parte de una estrategia del estado venezolano contra la llamada "guerra económica" que Maduro afirma es alentada por el sector privado y la oposición, ligada a grupos conservadores estadounidenses y colombianos.
Su predecesor y mentor político, Hugo Chávez (1999-2013), llevó a cabo también una ola de expropiaciones de empresas nacionales y trasnacionales en distintos sectores, provocando según los analistas el desinterés de los inversores por el país.
Toda esta situación se enmarca dentro de complicada situación económica, con una inflación superior a 64%, según datos cerrados del año 2014, y una importante caída de los precios del petróleo, vital para un país que obtiene del crudo 96% de sus ingresos pero que importa la mayoría de los alimentos y productos.
Comandos para controlar las colas
Además de esta medida, el presidente del Parlamento venezolano y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido (PSUV), Diosdado Cabello, dio a conocer que se pondrán en marcha "comandos populares militares" para reducir las colas en los establecimientos.
Cabello anunció que estos grupos deben desplegarse donde la población se vuelque a la búsqueda de productos
De esta manera milicianos, efectivos de la policía militarizada Guardia Nacional Bolivarianas y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), militantes del PSUV y lo que denomina "todo el pueblo organizado", se encargarán de velar por la seguridad de miles de personas que aguardan durante horas para poder comprar los escasos bienes de primera necesidad y de higiene personal que encuentran en los supermercados
Cabello apuntó que la medida se puso en práctica con el fin de agilizar, minimizar y erradicar las colas en los establecimientos comerciales (...) en la lucha contra el bachaqueo (reventa) y la guerra económica".
Todo ello, según el presidente del Parlamento venezolano, porque “estamos en una guerra en este momento desatada en el sector económico", a la vez que acusó a la oposición de estar tras esa "guerra económica" junto a un grupo de empresarios.