El Banco Central de Venezuela anunció el domingo que introducirá de manera progresiva seis nuevos billetes y tres monedas a la economía petrolera, buscando facilitar los engorrosos pagos con efectivo en el país con una inflación de al menos tres dígitos.
El presidente socialista Nicolás Maduro había dicho el viernes que los primeros billetes en ser acuñados y puestos en circulación serán los de 500 bolívares y 5.000 bolívares, este último 50 veces superior al de 100 bolívares, la nota de mayor denominación actual.
El banco central agregó que a partir del 15 de diciembre, también se irán introduciendo de manera paulatina billetes de 1.000, 2.000, 10.000 y hasta 20.000 bolívares; y monedas de 10,50 y 100, que convivirán con la familia monetaria actual.
"La ampliación del cono monetario hará más eficiente el sistema de pagos, facilitará las transacciones comerciales y minimizará los costos de producción, reposición y traslado de especies monetarias, lo que se traducirá en beneficios para la banca, el comercio y la población en general", dijo el emisor en un comunicado.
El banco central no ha publicado datos de inflación o recesión económica en todo el 2016, pero organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculan que los precios crecerán al menos 500 por ciento este año.
Los venezolanos deben cargar gruesos fajos de billetes incluso para hacer transacciones sencillas como pagar un taxi o un almuerzo, una situación que ha empeorado a medida que escala la inflación que se mantiene en tres dígitos por segundo año consecutivo, según estimaciones privadas.
El billete de mayor denominación, el de 20.000, equivaldrá a unos 30 dólares calculados al mayor tipo de cambio oficial, de unos 664 bolívares, pero apenas podrá comprar unos 4,5 dólares en el mercado paralelo, donde un billete verde se vende cerca a los 4.500 bolívares.
Venezuela había eliminado los ceros de su moneda en 2008.
Para los críticos de Maduro la emisión de nuevos billetes supone el reconocimiento oficial de la altísima inflación que sufre elpaís sumido en una profunda crisis económica.