En el recién finalizado Juego de Estrellas de la MLB, la Liga Americana obtuvo una ajustada victoria con un marcador de cinco carreras a tres sobre la Liga Nacional. El cubano Yordan Álvarez, bateador designado de los Astros de Houston, tuvo una destacada actuación y fue una de las figuras más destacadas del evento.
Álvarez, natural de Las Tunas, había sido seleccionado en dos ocasiones previas, pero no había podido participar debido a lesiones. Finalmente, tuvo su oportunidad de jugar en el Clásico de Media Temporada. Alineando como quinto bate en la escuadra titular, enfrentó al zurdo Max Fried en su única aparición al cajón de bateo, recibiendo un boleto. Aunque no logró anotar, su presencia en el juego representó un hito significativo para su carrera.
"Me pone un poco de presión ser el único representante cubano en el All Star, pero en general estoy muy contento y he recibido mucho apoyo de la fanaticada cubana", comentó Álvarez a Martí Noticias antes del encuentro.
El juego, que se celebró en el Globe Life Field en Arlington, resultó una experiencia inolvidable para el pelotero.
"Fue increíble. Estoy súper contento de haber participado aquí", dijo tras ser reemplazado en el tercer capítulo. "La razón por la que quería venir es porque ahora sí puedo decir que jugué un partido de estrellas. Obviamente, quería sentir esa experiencia".
La Liga Americana tuvo una destacada actuación, con Jarren Durán, de los Medias Rojas de Boston, como el MVP del partido gracias a su jonrón que empujó las dos carreras decisivas en el quinto capítulo. Este triunfo marcó el décimo éxito de la Americana sobre la Nacional en sus últimos 11 enfrentamientos, consolidando su dominio histórico con un récord de 48-44 (con dos empates) en 94 enfrentamientos.
La presencia del cubano no solo destacó por su rendimiento en el campo, sino también por su impacto fuera de él. Sus compañeros de equipo y entrenadores hablan con admiración de su carácter y dedicación.
"Parece un ogro, pero es un osito de peluche por dentro", comentó Mauricio Dubón, utility de los Astros y amigo cercano de Yordan, en declaraciones a MLB.com. Su mánager, Joe Espada, y su compañero José Altuve también elogiaron su crecimiento personal y profesional.
El tunero, a sus 27 años, ha demostrado ser uno de los mejores bateadores de la MLB, combinando poder y consistencia. Su trayectoria, marcada por altos y bajos, ha forjado al jugador excepcional que es hoy. "Sin esas experiencias y todos esos altibajos, no sería el jugador que soy ahora", reflexionó.
El cubano sigue siendo una figura clave para los Astros de Houston y, según José Altuve, "Si se mantiene saludable, puede tener una gran carrera y no solo ser un MVP, sino también un miembro del Salón de la Fama".
El rendimiento de Yordan Álvarez en el Juego de las Estrellas no solo reafirma su estatus como uno de los mejores, sino que sirve como inspiración para muchos jóvenes jugadores cubanos que aspiran a seguir sus pasos en las Grandes Ligas.
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