Cuba despidió este domingo al cardenal Jaime Ortega, el líder de la Iglesia católica de la isla, luego de la misa de exequias que cerró el funeral celebrado en la Catedral de La Habana al que asistieron fieles, obispos, religiosos, sacerdotes y representantes del Gobierno cubano.
La Seguridad del Estado instaló durante todo el fin de semana un cerco alrededor de la Catedral de La Habana y en las viviendas de opositores para no permitirles asistir a los actos funerarios.
El primer vicepresidente cubano, Salvador Valdés, y otros líderes del Gobierno comunista rindieron honores al prelado. Miembros de la oposición interna, sin embargo, fueron impedidos de llegar a la Catedral de La Habana.
Representantes de la jerarquía católica de la isla y otros líderes, entre ellos los arzobispos de Miami, Thomas Wenski, y de San Juan de Puerto Rico, Roberto González, además del cardenal Sean Patrick O'Malley de Boston, asisiteron a la ceremonia fúnebre.
El cuerpo del cardenal y arzobispo emérito de La Habana, vestido con la casulla roja -el color que se usa en la ceremonia funeraria del papa y de los cardenales-, así como con el anillo, la mitra y el báculo que lo identifican, estuvo tendido en su parroquia desde el viernes -día de su muerte- hasta el domingo.
Centenares de fieles acudieron a darle el último adiós al cardenal Ortega, una figura clave en las relaciones entre el Gobierno cubano y la Iglesia católica en el último medio siglo, fallecido a los 82 años de edad aquejado de un cáncer de páncreas por largo tiempo.
El arzobispo de La Habana, monseñor Juan de la Caridad García, ofició la última misa del funeral que fue concelebrada por el cardenal Sean O' Malley, arzobispo de Boston.
Un mensaje de condolencias del papa Francisco, en el que ofreció sus sufragios por "el eterno descanso del difunto, que sirvió a la Iglesia y a sus hermanos en los diferentes encargos que la providencia le confió", fue leído por el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica de Cuba, monseñor Jean François Simonart.
Los restos mortales del cardenal Ortega fueron depositados en el Panteón de los Obispos, en la Necrópolis de Colón, en la capital de la isla.
(Con información de EFE y reportes de Radio Martí)