El Gobierno de Costa Rica advirtió a los cubanos varados en su territorio que quien intente salir del país de forma irregular se arriesga a perder la condición legal que les ampara y les recuerda que la visa de tránsito no les permite el ingreso a otro país.
"Cualquier salida del país en forma irregular, evadiendo controles migratorios, implica un incumplimiento a la normativa y se arriesga a perder la condición que actualmente tiene autorizada. Se arriesgan a que la visa les pueda ser cancelada", publican en el sitio digital de la Dirección Digital de Migración y Extranjería.
La entidad estimula a denunciar, en condición de anonimato si lo desean, las propuestas de traficantes de personas de sacarlos del país ilegalmente. La denuncia pueden hacerla al número telefónico 2299-8196.
En días recientes, cubanos en Costa Rica manifestaron su descontento ante el tiempo que tomará al Gobierno tico trasladar a los cerca de 7.000 cubanos varados allí, unos cinco meses según cálculos de las autoridades.
En declaraciones a TV Martí varios de ellos reconocieron que consideran seguir camino con la ayuda de traficantes de personas, conocidos como coyotes. Algunos ya lo han hecho antes y después de que se presentara una solución a la crisis.
El ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social de Costa Rica, Carlos Alvarado, confirmó a Martí Noticias la estampida de los cubanos de los albergues. Según las informaciones recogidas entre los migrantes cubanos, los coyotes cobran $1.500 por llevarlos hasta Tapachula, México; para cruzar Nicaragua piden $800.
También se han recibido reportes de personas asesinadas en la selva nicaragüense, que habrían llegado allí con la guía de coyotes. Se desconoce si sus muertes se debieron a algún altercado o si robarles y matarlos fue el plan original de los traficantes.
Ante la crudeza de las condiciones para atravesar la selva y evidencia de los asaltos y asesinatos, varios cubanos han regresado a los campamentos en Costa Rica. Otros han sido abandonados por los traficantes luego de la entrega del dinero y unos cuantos kilómetros recorridos.
Los cubanos han denunciado la libertad con la que los traficantes entran a los albergues a plena luz del día y a ojos vista de las autoridades para proponerles una vía de salida del país.