El abogado cubano Julio Ferrer Tamayo, del Centro de Información Legal (Cubalex) y detenido desde el pasado 23 de septiembre en un operativo policíal contra la sede de la consultoría jurídica independiente, aparece en una lista de presos políticos para quienes Estados Unidos reclama libertad.
Samantha Power, la representante permanente de los Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas compartió el lunes en su cuenta de Twitter un perfil del jurista cubano y escribió que Cuba debía liberar al abogado y permitirle seguir trabajando para el pueblo cubano.
Esta iniciativa es parte de la campaña #FreeToBeHome (#LibreparaestarenCasa), iniciada el pasado 10 de diciembre en ocasión de conmemorarse el Día de los Derechos Humanos y en ella se incluyen además del cubano a otros nueve prisioneros: Ilgar Mammadov, de Azerbaiján; Oleg Sentsov, de la parte Ucrania ocupada por Rusia; Khalil Matouk, Siria; Leopoldo López, Venezuela; Narges Mohammadi, Irán; Ilham Tohti, China; Bekele Gerba, Etiopía; Omar Mohamed Ali, Egipto y Fanta Jawara, de Gambia.
"En esta temporada navideña, cuando las familias de los Estados Unidos se reúnen, nos recuerdan todos los días festivos perdidos, los cumpleaños agridulces y las ocasiones familiares donde una madre, hermano, amigo o vecino se ausenta porque un gobierno eligió acorralar sus voces y encerrarlos. Así, a lo largo de esta temporada navideña, el gobierno de los Estados Unidos estará mostrando los casos de prisioneros injustamente detenidos en todo el mundo y las familias que dejan atrás. Las historias de estos individuos darán luz sobre la lucha de tantas familias de presos políticos, obligadas a conmemorar innumerables ocasiones familiares con sus seres queridos tras las rejas", escribió Powers en ocasión del lanzamiento de esta iniciativa.
Sobre el cubano escribió:
"Julio Alfredo Ferrer Tamayo está afiliado al Centro de Información Legal de Cubalex, una ONG que trabaja para brindar asistencia jurídica gratuita a los ciudadanos. El 23 de septiembre, las autoridades arrestaron a Julio durante una incursión en la oficina de la organización en La Habana, donde también confiscaron equipo de oficina y archivos, e incluso desnudaron a algunos miembros del personal. Él tenía una condena suspendida de tres años por una alegada falsificación de documentos públicos, un cargo que los grupos de la sociedad civil dicen son motivados políticamente. La familia de Julio Alfredo no supo su paradero durante varios días después de la detención, pero desde entonces ha podido comunicarse con su hija.
Pedimos al Gobierno de Cuba que libere a Julio Alfredo Ferrer Tamayo inmediatamente, para que pueda estar con su familia y brindar asistencia legal al pueblo cubano".
