La revista británica The Economist dedica una crónica fechada en La Habana a la creciente mercantilización en Cuba, tanto estatal como privada, de los antiguamente gratuitos servicios de salud.
La publicación señala que ahora se espera que los gobiernos aliados que envían estudiantes a la Escuela Latinoamericana de Medicina --creada por Fidel Castro en 1999 para formar gratuitamente médicos de todas partes del mundo-- paguen precios lo bastante altos como para abochornar a algunos.
La nota destaca que Cuba ingresa por sus servicios profesionales en el extranjero, principalmente los de salud, unos 6 mil millones de dólares anuales, pero los precios están subiendo para países como Namibia.
The Economist apunta que también en la propia Cuba la medicina privada está disponible para extranjeros con capacidad de pago y nacionales bien relacionados, en hospitales como el Cira García y el CIMEQ; mucho mejores que los de la red nacional donde los pacientes se ven a menudo obligados a llevar sábanas y alimentos.
Agrega la crónica que la atención a la salud también se encuentra ahora en el floreciente mercado negro, donde la moda de los implantes mamarios está proporcionando ingresos adicionales a muchos cirujanos, cuyo salario estatal es de unos 20 dólares mensuales. La revista toma nota del arresto, el año pasado, del director del Hospital Calixto García, por dirigir una red de salud privada por la izquierda.
Con las reformas de Raúl Castro --según la crónica--"los médicos ahora son menos tímidos a la hora de vender sus servicios"
Estos empresarios de la salud corren el riesgo de ser enjuiciados. Pero si los atrapan –concluye diciendo The Economist-- podrían verse tentados a alegar que, simplemente, estaban siguiendo el ejemplo del gobierno.
La publicación señala que ahora se espera que los gobiernos aliados que envían estudiantes a la Escuela Latinoamericana de Medicina --creada por Fidel Castro en 1999 para formar gratuitamente médicos de todas partes del mundo-- paguen precios lo bastante altos como para abochornar a algunos.
La nota destaca que Cuba ingresa por sus servicios profesionales en el extranjero, principalmente los de salud, unos 6 mil millones de dólares anuales, pero los precios están subiendo para países como Namibia.
The Economist apunta que también en la propia Cuba la medicina privada está disponible para extranjeros con capacidad de pago y nacionales bien relacionados, en hospitales como el Cira García y el CIMEQ; mucho mejores que los de la red nacional donde los pacientes se ven a menudo obligados a llevar sábanas y alimentos.
Agrega la crónica que la atención a la salud también se encuentra ahora en el floreciente mercado negro, donde la moda de los implantes mamarios está proporcionando ingresos adicionales a muchos cirujanos, cuyo salario estatal es de unos 20 dólares mensuales. La revista toma nota del arresto, el año pasado, del director del Hospital Calixto García, por dirigir una red de salud privada por la izquierda.
Con las reformas de Raúl Castro --según la crónica--"los médicos ahora son menos tímidos a la hora de vender sus servicios"
Estos empresarios de la salud corren el riesgo de ser enjuiciados. Pero si los atrapan –concluye diciendo The Economist-- podrían verse tentados a alegar que, simplemente, estaban siguiendo el ejemplo del gobierno.