Cuba viola todos y cada uno de los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos
No se recuerda en toda la historia de Naciones Unidas un episodio como el escenificado por la delegación cubana el pasado 16 de octubre, el escándalo, la chusmería chancletera de los integrantes de la representación de la dictadura cubana ha creado un precedente, que si no lo repiten ellos otra vez, cosa muy posible, jamás sucederá algo similar, han pasado al estercolero de la historia. Siempre se hablará en los pasillos de la ONU del acto de repudio al más rancio estilo de las turbas de acción rápida en Cuba, utilizada contra los que piensan de manera diferente a la de ellos. Esta demostración de intolerancia y de violencia ha servido para que muchos comprendan que estos elementos no tienen cabida en una sociedad civilizada, donde se respete el derecho a disentir, donde se respeten los derechos humanos que ellos, desde 1959 violan de manera sistemática. Tal y como quedó establecido en el 1989 cuando yo, como embajador frente a la delegación del país más grande del mundo, Estados Unidos, logré se enviara una comisión a Cuba para investigar las violaciones de los derechos humanos. El resultado de aquella inspección, integrada por seis embajadores, comprobó, documento y confirmó que Cuba violaba todos y cada uno de los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y Cuba tuvo que morder el cordobán –como dice el refrán cubano. La noticia le reventó el hígado al dictador que babeaba de rabia, porque el entonces embajador Raúl Roa le habia garantizado que tenía los votos para ganar. Este lacayo subestimó a la delegación americana y nuestra capacidad diplomática de negociar y de maniobrar. Siempre recuerdo las palabras del embajador inglés Henry Steel cuando dijo en la asamblea que nunca había conocido una sociedad donde se violaran sistemáticamente todos y cada uno de los artículos de la declaración de los derechos humanos como se violaban en Cuba. Menciono esto, porque hace un par de días ese personaje de la televisión cubana, el del bigote tipo escobillón, y la voz engolada, creo se apellida Serrano, dijo que en Cuba desde el 1959 no se violaban los derechos humanos. A Cuba la sentamos en el rincón, donde se sientan los países violadores de los derechos humanos, y allí está todavía y estará, por los siglos de los siglos. Usted es un farsante y mentiroso, camarada Serrano, la palabra se ha hecho para decir la verdad, no para encubrirla, dijo Martí. Este Serrano es un delincuente de la palabra porque se roba la verdad, quizás ustedes no saben que este esbirro de la televisión, que tanto critica a este país, viene frecuentemente a Miami, llega por el aeropuerto de Fort Lauderdale, porque tiene hijos acá. Aquí están las fotos con un sombrero blanco, metido hasta las cejas, para que no lo reconozcan… pero como una verdadera mula cargado de bisuterías y paquetes hasta el cuello. Si como dice el cuento de Pinocho que le crecía la nariz por decir mentira, si lo que creciera fuera el bigote, este Serrano tendría el bigote arrastrando por el suelo.